Fotos: Jorge Orozco / El País.

Jorge Eliécer Orozco es un apasionado por su oficio de reportero gráfico, siempre está con su cámara a la mano, listo para capturar cualquier situación, tanto así que mantiene una en su canguro o riñonera, “para siempre tenerla cerca”.

Sin embargo, la fotografía no fue su primera pasión, la conoció en medio de sus sesiones como pintor. Le pareció la estrategia ideal para captar a sus modelos y después dibujarlas, evitando que estas pasaran por largas jornadas posando. Lo que ignoraba es que la cámara lo atraparía para siempre.

Orozco cuenta que ha visto de todo, desde la hermosura natural hasta la tragedia, y ‘Huellas de un impacto’ lo demuestra. Tomada en abril de 2002, en Popayán. “De esta foto no tengo nada que decir, ella lo dice todo”, dice el fotográfo. | Foto: El País

El payanés, quien hizo cursos de dibujo en carboncillo y fotografía en la Universidad del Cauca, en más de 30 años de carrera ha captado con su lente la grandeza de la naturaleza, la realidad del conflicto y los siniestros.

Ha recopilado un material tan extenso, que muchos lo motivaron a presentar su primera exposición: ‘Lo que han visto mis ojos’, que se puede disfrutar hasta el 27 de este mes, en la biblioteca de la Universidad Autónoma de Occidente.

‘Espectáculo marino’, tomada en julio de 2013, es la foto más robada de este reportero gráfico, y cómo no, si es toda una obra de arte. | Foto: JORGE OROZCO EL PAIS

“Luego de tantos años de pintar con luz, de grabar en mi mente parámetros de composición y estética, que uso a diario, tratando de hacer arte o registrando hechos noticiosos, presento una selección de fotografías realizadas durante los últimos 26 años, pero es importante contarles que muchas fotografías que desearía exponer aquí, no fueron seleccionadas, por respeto, porque hacen parte de esos hechos de violencia y de dolor, con las que puedo lastimar a otras personas, que no merecen recordar este pasado”, cuenta.

‘Entrañas de una cuenca rota’. Con esta foto cerró un año de investigación sobre la minería ilegal en el Chocó. Una de las imágenes más premiadas de este reportero gráfico. | Foto: El País

Pero antes, fue fotógrafo social, sin mucha suerte, incluso dejó por un tiempo las cámaras y fue conductor de taxi, repartidor de gaseosas, empleado en una estación de gasolina, vendió libros, manejó bus colectivo e imprimió fotografías, allí conoció a maestros que lo inspiraron. Son más de 30 galardones los que lo consolidan como un grande del oficio que lo atrapó y enamoró.

‘Sinfonía de Luz’. Apasionado del efecto visual de los rayos, ha tenido accidentes al fotografiarlos, “ agradezco a Dios por ayudarme a registrar la maravillosa fuerza de la naturaleza”. | Foto: El País