Por Daniela Del Mar Peña / Reportera de Vé.
Después de doce años sin ver a su abuelo, el director y productor Inti Jacanamijoy, por fin se encontró con José Agustín Iguarán, el hombre que llevaba en su memoria, y por quien el amor volvió a florecer, solo que esta vez con más fuerza. Don Agustín, de 95 años, le contó sobre su sueño de volver a La Guajira, tierra de donde fue desarraigado cuando era niño.
Y fue tal el anhelo, que el cineasta colombiano decidió honrar la historia de su abuelo. Fue así como nació ‘Los sueños viajan en el viento’, el filme que ha conquistado en salas de cine a nivel nacional e internacional.
“La película es el resultado de mis largas conversaciones con él y de todo lo que sentí con cada una de sus anécdotas y deseos, pero sobre todo por la cercanía que siento con la búsqueda que mi abuelo tiene de sus raíces. Él, que ahora tiene 96 años, busca reafirmar su identidad wayúu, que le fue arrebatada de niño por una Misión Católica”, cuenta Inti.
Inti, quien se graduó con honores de la Escuela Superior de Cine de París, considera que esta historia es la ideal para presentar su primera película, ya que, aunque es la historia de su abuelo, en realidad, el filme también es un reflejo de sí mismo, pues el bogotano regresó a su país después de una crisis de identidad, buscando identificarse con sus raíces, “y qué mejor manera de hacerlo si no es ayudando a mi abuelo a volver a las suyas”, dice.
El largometraje cuenta la historia de Agustín, quien después de una experiencia cercana a la muerte, inicia un viaje físico y espiritual (en el que también se embarca su nieto) para reconciliarse con su pasado y con el temor a morir.
El proyecto fue producido por La Cueva Cine, fundada por Inti, empresa con la que ha realizado diferentes cortometrajes como ‘Lupita y las sirenas’’, de Tomás Pinzón y, ‘Liebres’, de Laura Carvajal. Con esta productora, el director colombiano busca apoyar los proyectos nacionales.
“Nuestro propósito es acompañar procesos creativos de realizadores emergentes, así como encontrar sinergias con directores, autores y artistas que se estén haciendo preguntas sobre su condición humana y su relación con el mundo”, explica Inti, quien viene de una familia de artistas.
Fueron cinco años de rodaje en los que la producción pasó por distintos procesos, el primero fue fortalecer la relación con el equipo de producción y la familia de Inti, para que estos se sintieran cómodos al momento de grabar.
El segundo, se enfocó en hablar de la muerte y el concepto que cada grupo social tiene de esta, en especial la comunidad wayuú, quienes consideran que después de ella se pasa a otra dimensión en la que se reencuentran con los seres queridos, por eso, tanto en la película como fuera de ella, uno de los ejes principales es el deseo de Agustín de reencontrarse con su madre. Ya para finales del proceso, Inti fue apoyado por el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico.
La película debutó en el Festival Internacional de Cine de Cartagena y se presentó en el Sheffield DocFest, y se espera que para el próximo mes los caleños puedan disfrutarla en la Cinemateca La Tertulia.