La vida diaria de Macondo, el universo mágico de Gabriel García Márquez y ‘Cien años de soledad’, está retratada en 30 fotografías de su coterráneo Leo Matiz expuestas desde este martes en el Claustro de La Merced de Cartagena, donde reposan los restos del Nobel de Literatura colombiano.

La exposición ‘El Macondo de Leo Matiz’ está compuesta por instantáneas tomadas entre los años 50 y 70, una visión anticipada del pueblo que sirvió de sustrato para las novelas de García Márquez, explicó Alejandra Matiz, hija del fallecido fotógrafo (1917-1998).

Al igual que el Nobel de Literatura de 1982, Leonet (Leo) Matiz nació en el municipio de Aracataca, en el departamento caribeño de Magdalena y su obra con su particular mirada de lo cotidiano, que revolucionó la fotografía en Colombia, está presente en la rica colección del Banco de la República, la autoridad monetaria del país.

Vidas paralelas

Matiz era 10 años mayor que García Márquez y desde muy joven sintió fascinación por plasmar en imágenes la vida diaria y los personajes de esta región del norte de Colombia, por lo que no es difícil encontrar en sus fotos los retratos de personas que podrían ser las protagonistas de las novelas del Nobel.

“Quien no ha leído las novelas de Gabo y ve las fotos de mi papá es como si las estuviera leyendo”, aseguró Alejandra Matiz, quien recordó que García Márquez decía que esas imágenes y “la visión de Macondo plasmada en sus obras son la misma cosa”.

Para la hija del artista, “Leo Matiz fue el primero que fotografió Macondo”, un pueblo cuya existencia mítica se confunde con la real de Aracataca.

“Las fotos del Macondo de Matiz son como la ilustración de la obra literaria de Gabo, retratada tiempo antes de que las novelas se escribieran”, dijo la hija de este fotógrafo al que el Gobierno francés le dio la Orden de Caballero de las Artes y las Letras en el año de 1995.

La exposición se encuentra a disposición del público en el espacio cultural del Claustro de La Merced, de la Universidad de Cartagena, en el centro histórico y a pocos metros de un busto del Nobel donde están sus cenizas.

Juntos, en el paraíso macondiano

“Es maravilloso que estos dos personajes se encuentren en este claustro, es como si después de la muerte decidieran estar juntos”, dijo Alejandra, quien aseguró sentirse “verdaderamente honrada de que parte de la obra” de su padre “esté en el claustro, en Cartagena”.

Ella recordó, además, que “Gabo y Matiz tuvieron una relación bastante estrecha, pues ambos nacieron en el mismo pueblo del caribe, fueron amigos, tuvieron vidas paralelas, trabajaron en los mismos periódicos (El Espectador y El Heraldo) y se encontraron en Venezuela y en México”.

Revolucionario

  • La obra de Leo Matiz, según Alejandra, será declarada Patrimonio Cultural de la Nación y la familia solo está esperando a que el Gobierno lo haga.
  • De igual forma han “hablado con la Unesco sobre la propuesta de Leo Matiz como memoria del mundo”, pues considera que su padre fue ”quien revolucionó la fotografía en Colombia porque antes de él era estática”.
  • La exposición del Claustro de la Merced es una donación de la Fundación Leo Matiz a la Universidad de Cartagena “para que esté permanentemente en los corredores del claustro”, dijo.