Este miércoles 14 de febrero se celebra el conocido Miércoles de Ceniza, que marca el inicio de la Cuaresma, un período litúrgico que prepara a los católicos para vivir el Misterio Pascua. De ahí que la Iglesia abre sus puertas para recibir a los creyentes.
El sacerdote dice: “recuerda que eres polvo y al polvo volverás” al tiempo sentencia: “Conviértete y cree en el Evangelio”, a los creyentes que decidan participar en la imposición de la ceniza, que se coloca sobre la frente.
La duración de la festividad es un homenaje al ayuno de 40 días de Jesucristo cuando recorrió el desierto después de ser bautizado y antes de comenzar su ministerio. La ceniza es un símbolo, cuya función está descrita en un documento de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en el artículo 125 del “Directorio sobre la piedad popular y la liturgia”.
¿Es pecado borrarse la ceniza?
De acuerdo con el padre Mauro Carlorosi, sacerdote argentino, solo es un pecado si se hace por cobardía y vergüenza. “Si uno tiene que lavarse o mojarse puede hacerlo, que no se las quite uno por cobardía de llevar un signo exterior”, explicó a ‘ACI Prensa’.
Además, explicó que no existe un tiempo mínimo para llevar la ceniza. Lo importante durante este periodo es reflexionar sobre la Cuaresma e interiorizar la frase del sacerdote, “Polvo eres y en polvo te convertirás” y “Conviértete y cree en el Evangelio” y reflexionar en torno a ella.
Desde hoy y durante los próximos 40 días en que los creyentes se preparan para Semana Santa, se llevan a cabo varias actividades religiosas para conmemorar la vida de Jesús y su muerte.
Cuaresma 2024
- Miércoles de Ceniza: 14 de febrero.
- Domingo de Ramos: 24 de marzo.
- Lunes Santo: 25 de marzo.
- Martes Santo: 26 de marzo.
- Miércoles Santo: 27 de marzo.
- Jueves Santo: 28 de marzo.
Se lleva a cabo el acto de las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior, que son quemadas para obtener la ceniza que se utiliza durante la misa. Los feligreses portan la cruz en su frente como símbolo de muerte, humildad y penitencia.
Además de la imposición de la ceniza, los católicos ayunan y se abstienen de comer carne con el fin de purificar el espíritu.