Una ópera inspirada en el realismo mágico del nobel colombiano Gabriel García Márquez, llega a los cines este sábado 9 de diciembre. Compuesta por Daniel Catán, esta obra se transmitirá en directo desde la Metropolitan Ópera de Nueva York para las salas de Cine Colombia.
La ópera se centra en el viaje del vapor El Dorado, que zarpa de Leticia, Amazonas, en Colombia, hacia el teatro de ópera de Manaos, en Brasil, donde una pasajera, la diva del canto Florencia Grimaldi, se presentará. Ella llega a Latinoamérica esperando reencontrarse con su amor, Cristóbal, que se extravió en la selva mientras perseguía a una rara mariposa.
Esta es la primera ópera cantada en español presentada por la Metropolitan Opera en casi 100 años (las últimas fueron en 1916 y 1926) y es la primera de un compositor latinoamericano que se estrena en esa compañía neoyorquina.
Tres ciudades del país tendrán el privilegio de disfrutar de esta ópera, exclusivamente, en cinco salas de Cine Colombia: En Bogotá -Múltiplex Andino, Avenida Chile y Unicentro-, en Medellín -Múltiplex Santafé-, y por supuesto, en Cali -Múltiplex Chipichape-.
El realismo mágico hecho ópera
Mientras componía Florencia en el Amazonas, Daniel Catán contó con el apoyo de dos grandes maestros de la literatura colombiana: Gabriel García Márquez y Álvaro Mutis.
En 1994, Gabo asistió en San Diego, Estados Unidos, a una función de La Hija de Rappaccini, una ópera de Catán basada en un drama de Octavio Paz, y quedó tan impresionado con el talento del compositor mexicano, que le expresó su deseo de colaborar con él en algún proyecto futuro. Las funciones exitosas de San Diego, que fueron la primera escenificación en los Estados Unidos de una ópera compuesta por un mexicano, también conmovieron a los emisarios de la Gran Ópera de Houston.
Estos últimos contactaron al músico y de sus charlas resultó el encargo de una ópera para rendir homenaje al realismo mágico presente en la obra del autor de Cien Años de Soledad y El Coronel no Tiene Quien le Escriba.
Era la primera vez que una de las grandes compañías de ópera estadounidenses encargaba una obra en español a un compositor latinoamericano. Gabo respaldó el proyecto, permitió el uso de su nombre para promocionar la obra y pidió que le encargaran el libreto a su talentosa alumna mexicana Marcela.
Recordó Catán, años después del estreno (murió en 2011), que junto a su libretista visitó muchas veces al escritor colombiano, “leíamos en voz alta las cosas que teníamos y él nos hacía sugerencias”. Álvaro Mutis, amigo de García Márquez, se unió a dicha causa y asesoró a los creadores.