María Paula Mariño es una joven de, 23 años, que se destaca en la industria de la música internacional, por su habilidad para fusionar ritmos latinos con influencias contemporáneas, esta semana la artista habló con el Periódico El País, y contó un poco sobre su trayectoria musical.
Graduada de la Universidad Loyola de Nueva Orleans, la ingeniera en sonido ha colaborado con reconocidos artistas, entre ellos productores e ingenieros tanto a nivel local como internacional, uno de sus proyectos más conocidos es junto al ingeniero y productor Eric Heigle, ganador del Grammy Best Regional Roots Álbum, con su banda Lost Bayou Ramblers, así como con la influyente banda de indie-rock Arcade Fire, que este año encabezará festivales como Estéreo Picnic 2024 en Colombia, y el Lollapalooza en Brasil y Argentina.
La joven colombiana confiesa que su amor por la música es una herencia de su familia, pues desde niña creció en un mundo artístico, ya la composición llegó a elle de manera natural “mi pasión por la música nació desde que era muy pequeña, siempre ha sido algo que ha crecido conmigo. Vengo de una familia muy musical también y ellos siempre me han apoyado en seguir mi camino por la música. Crecí escuchando artistas de los años, 60′s, 70′s, 80′s que muchos años después me ha servido como inspiración a aprender sobre producción e ingeniería. La composición fue algo muy natural, pues desde chiquita escribía y me encantaba la literatura. La música me ha acompañado en cada momento de mi vida.”
La colombiana también ha participado en producciones de pop como colaborando en la producción musical del más reciente álbum de la cantante Shella; más allá de la producción de música comercial, la apasionada por la música también ha explorado en el mundo cinematográfico, participando en la composición de la banda sonora del cortometraje ‘El dilema artístico’ de Michael Lardizabal, galardonado con el premio Best Student Short Film, en el Latino Film Market.
“Me encantó la experiencia y es definitivamente algo en lo que quiero seguir trabajando. Crear música para una película conlleva un proceso muy de la mano con el director, pues es una herramienta clave para la historia. Antes de empezar el proceso de composición tuve varias reuniones con los directores para hablar sobre el mensaje de la canción, sobre que queríamos transmitir, y como eso se iba a trasladar al plano visual. Yo soy una persona muy visual con la música y en mi tiempo libre trabajo también en fotografía, entonces la experiencia de componer para una película unió varias de mis pasiones“, dijo la artista.
En campo de la producción musical ha sido un espacio históricamente manejado por hombres; sin embargo, en los últimos años esta costumbre ha ido cambiando y Mariño hace parte de este grupo de mujeres que ha aportado a este cambio.
“Yo empecé a aprender sobre ingeniería y producción precisamente porque no había casi mujeres en mi universidad haciéndolo y quise ponerme el reto. En la gran mayoría de mi trabajo he sido yo la única mujer en un estudio, y sobre todo latina. He tenido que aprender como hablar y actuar para ser parte de la cultura de un estudio de grabación, que es una cultura muy masculina. Aun así, me alegra muchísimo ver que cada vez hay más productoras e ingenieras en puestos muy altos en la industria. Creo que el gran reto que tenemos ahora es crear espacios donde las mujeres nos sintamos bienvenidas, e invitar a que más mujeres vean esta carrera como una opción viable”, cuenta la artista.