Por: Juan Carlos Moreno Urán, reportero de El País

Vivir en Cali es un regalo. Esta, además de ser una ciudad que se resiste a dejar de ser hermosa como las flores, nos regala a quienes vivimos aquí la magia cotidiana del baile de la salsa. Y aunque no todos seamos expertos bailarines de ese ritmo, en cualquier esquina sí podemos iniciarnos en el arte del bailador.

Porque la Capital de la Salsa está llena de bailadores. Bailador es el que “nace en la casa, se va conociendo en la cuadra y se va puliendo en el barrio, haciendo su nombre con el voz a voz”, se dice popularmente.

Bailar es salir de la zona de confort y enfrentarse a su propio cuerpo, vivir el sabor, entender que “pa’ tirar paso” se necesitan dos comunicándose en la pista. Esa es la clave fundamental de ‘azotar baldosa’, mirar al otro y comprender qué giro viene, para dónde van los pies y sobre todo, sentir la música.

Andrea Peña y Francisco Guerrero Trujillo son una pareja de bailadores que hoy se presentan en el Festival Mundial de Salsa 2023, en la categoría de Bailadores. | Foto: El País

La pasión del baile

Andrea Peña tiene en su padre, don Orlando Peña, el mejor bailarín de vieja guardia, su mayor ejemplo, alguien a quien admira por su dedicación y devoción por el baile, la rumba y las flores. “Todas mis tías azotaban baldosa súper fuerte en las rumbas, y mis padres eran admirados en las discotecas por ser muy buenos bailadores”, cuenta esta mujer que tiene un negocio de venta de tecnología y dispositivos móviles.

Para ella bailar significa “salir de la rutina, liberarte, ser tú misma y botar toda la energía negativa”. Baila desde los ocho años. Desde hace algunos años pertenece a la escuela Joy Dance. “He tenido la oportunidad de presentarme en tarima como exhibición, y estamos muy agradecidos con el Mundial de Salsa por incluir la modalidad de bailadores, y darnos la oportunidad de participar en este evento”.

Bailador que goza

Francisco Guerrero Trujillo nació en Cali. Con 19 años de experiencia en las pistas, su historia está impregnada de un profundo vínculo familiar con la danza.

Aunque baila desde el año 2004 profesionalmente, la pasión del baile fluyó naturalmente en su vida. Su influencia más cercana fue su padre, quien compartía su pasión por este arte, así como un talentoso primo y destacado bailarín.

Para Francisco, el baile se convirtió en un legado familiar, especialmente por parte de sus padres, entusiastas de la salsa. Francisco describe su conexión con dicho género como “una auténtica maravilla. Es un regalo que valoro enormemente. Me transporta a un mundo aparte”.

El baile no es solo una pasión, sino también una forma de relajación y escape para Francisco, quien trabaja como entrenador físico en un gimnasio.

“Después de una jornada laboral, ir a la pista de baile me permite desconectarme del mundo exterior y sumergirme en el amor por la salsa”, comenta mientras su cuerpo vibra al sonar de una pachanga de fondo.

Francisco pasó de bailar en solitario a formar parte de un grupo representativo de baile. Cambio que describe como “especial y significativo”.

“Bailar significa salir de la rutina, liberarte, ser tú misma y botar la energía negativa que puedas traer”, Andrea Peña, bailadora. | Foto: El País

Este es su segundo año compitiendo en el Mundial con la escuela Joy Dance. “Estas competencias en grupo me brindan una experiencia única y gratificante. La conexión con el público y la energía que se siente en el escenario son estímulos que alimentan esta pasión llamada salsa. La oportunidad de compartir el talento con la gente es algo que valoro profundamente”, sostiene.

Su historia es un testimonio de cómo el baile puede ser más que una forma de expresión artística, una fuente de alegría, relajación y conexión con otros. Francisco está decidido a continuar bailando y compartiendo su pasión con el mundo mientras la vida se lo permita.

A bailar porque la vida es corta

La escuela Joy Dance, fundada en la ciudad de Cali en el año 2015, ha dejado una huella significativa en el mundo del baile y la salsa.

Desde su creación ha estado comprometida con la promoción del baile social y el estilo caleño, y por ello ha desempeñado un rol destacado en la formación de bailadores en la región.

Una de las primeras muestras de ello llegó en el año 2016, cuando fue invitada a formar parte del Festival Mundial de Salsa en una exhibición de bailadores. Esta participación marcó el comienzo de una relación duradera con el Festival, ya que desde entonces ha acudido año tras año a esta cita, contribuyendo de manera destacada a este evento salsero.

La escuela de baile Joy Dance lleva 15 años promoviendo el baile social y el estilo caleño. Además, de contar con espacios para otros estilos como el bolero y la salsa en línea. | Foto: El País

La escuela ha trascendido las fronteras internacionales al recibir dos invitaciones especiales para participar en el Día Nacional de la Salsa, en Puerto Rico. Además, ha formado a un grupo representativo de talentos que ha participado en eventos como Actores de la Salsa y Salsa Fest. A eso se suma su actuación en el Salsódromo, que ha consolidado su posición como una de las principales escuelas de baile de la región.

La dedicación de estos bailadores los llevó a un nuevo nivel en el 2022, cuando se abrió la categoría de ‘Bailadores coreografía’ en el concurso, permitiendo a Joy Dance competir oficialmente.

Este año participan en el Mundial, que tendrá su final (entrada libre) el domingo, 8 de octubre, de 10:10 a. m. a 10:10 p. m., cuando se premiarán las categorías principales del evento, con transmisión por el Canal Telepacífico.

Eventos

  • La artista Maritza Arízala, quien llegó de París, invitada como jurado al Mundial de Salsa, recibirá el domingo, 8 de octubre, un reconocimiento de la Alcaldía de Cali por su divulgación de la salsa caleña en Francia.
  • Caseta Actores de la Salsa, sábado, 7 de octubre, desde las 12:30 p. m. Talleres de salsa fusión, Gabrielle Di Marzo: Cha Cha Chá, Jermy Largacha; Pasos Libres, Simona Petrick y Jayson Molina y Estilo para Mujeres, Jessica Ouiles.