Si bien en el año 2022 David fue sub-campeón en la modalidad de tango Escenario, en Seúl, Corea, junto a Edison Chaves, bogotano, el pasado 28 de mayo de este año, en Tokio, junto a su esposa Susana Ocampo Ruiz, se llevaron el primer puesto en el Pacific Tango Championship en Seúl, Corea, y el segundo en tango de pista.
David y Susana, ambos colombianos, viven en Indonesia, y llegaron allí para trabajar en el mundo del tango. Él vive hace diez años allí y ella hace cinco años, el tiempo que llevan bailando juntos y enamorándose más, entre milonga y milonga.
Dicho evento se realiza anualmente y es una preliminar para el Mundial de Tango, que tendrá lugar en Buenos Aires, Argentina, en agosto. El premio que recibió la pareja consta de dos tiquetes y el pase para la semifinal en Tango Escenario.
David ya había participado anteriormente en el Mundial de Tango de Buenos Aires, Argentina, donde también vivió alrededor de ocho años.
Este caleño ha trabajado en diferentes ámbitos artísticos como el jazz, el ballet, la actuación, y se encontró con el tango, que lo escogió a él y no dudó en enamorarse de la complejidad de su técnica y de la perfección y belleza de sus movimientos.
Lo más emocionante para este caleño ha sido haber ganado este reconocimiento junto a su esposa, siendo la primera vez que compiten ambos en el mismo concurso. Es una muestra, consideran ellos, que lo que se hace con amor, dedicación, esfuerzo y disciplina, siempre da buenos frutos.
Cuenta la pareja que se trató de una competencia de un nivel muy difícil, de la que salieron victoriosos en Corea.
Su mayor anhelo es repetir la hazaña en el Mundial de Tango que inicia alrededor del 16 de agosto. “Somos esposos, acabamos de tener una bebé, y ahora hacemos esta competencia fuera del país, en otro continente y resultamos campeones, este es un logro de los tres, en la parte artística, personal y familiar”, asegura Susana.
Ella llegó al tango por casualidad. “Yo bailaba salsa y folclor en Medellín y me encontré con este baile que es de más estudio, una danza más compleja, cuyo origen es argentino, para mí eso lo hizo más interesante”, cuenta Susana.
Mientras que David se fue a estudiar a Buenos Aires y allá se encontró todo un estilo de vida en el cual es imposible no involucrarse: el tango. Lo estudió, lo hizo danza y música, porque además es cantante. “El tango tiene una magia que te envuelve y cuando entras a él, no puedes salir nunca más”, dice su esposa en un tono cómplice.
Esta pareja no deja de ensayar. Le dedican entre tres y cuatro horas diarias a esta tarea, con miras al Mundial en Argentina, en el que competirán con “bailarines de todas partes del mundo, excelentes en lo que hacen”.
Ellos consideran que el tango es de dos, y con el tiempo se ven los resultados, a base de trabajo, estudio, sudor, esfuerzo, lágrimas, frustraciones y el no rendirse. Su mayor sueño es “representar a Colombia así estemos yendo a través de una sub sede asiática al Mundial de Tango, llevando muy en alto la bandera de su amado país.