Un juez del Supremo brasileño ordenó este jueves (4 de enero) reponer a Ednaldo Rodrigues en el cargo de presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), en medio de amenazas de la FIFA de aplicar sanciones contra el fútbol de ese país por su destitución.
El magistrado Gilmer Mendes del Supremo Tribunal Federal (STF) manifestó en la sentencia que se “determinó la suspensión de la eficacia de las resoluciones emitidas por el Tribunal de Justicia de Rio de Janeiro (...) para determinar la inmediata restitución en el cargo de los dirigentes electos en la asamblea general de electoral de la CBF realizada el 23 de marzo de 2022″.
Mendes ordenó que la decisión “se cumpla con urgencia”, aunque al ser cautelar, deberá ser confirmada por el pleno del STF más adelante. El tribunal de Rio había establecido el 7 de diciembre la destitución de Rodrigues debido a la anulación de las elecciones que lo llevaron al cargo en 2022.
La justicia nombró de forma interina al presidente del Superior Tribunal de Justicia Deportiva, José Perdiz, y le ordenó convocar nuevas elecciones en un plazo de 30 días. Sin embargo, la FIFA y la Conmebol advirtieron a la CBF de que no reconocían a su presidente interino y amenazaron con aplicar duras sanciones.
Entre los castigos, figura la exclusión de Brasil de las competiciones internacionales, según una carta conjunta del 24 de diciembre y publicada por la prensa brasileña. Ambas entidades tienen previsto enviar una delegación conjunta a partir del lunes a Brasil para abordar la crisis y lo que consideraron una “injerencia externa” de la justicia brasileña.
“El reglamento es claro y contundente. No está permitida, en ningún caso, la intervención de fuerzas externas en los asuntos que competen a sus asociados”, dijo una fuente de la Conmebol a fines de diciembre a la AFP.
La decisión de restablecer a Rodrigues en el cargo tiene lugar un día antes de que finalice el plazo para inscribir al equipo de fútbol al pre-Olímpico que se disputará este mes en Venezuela. Al no reconocer a Perdiz como presidente, la FIFA y la Conmebol podían rechazar tal inscripción, lo que dejaría automáticamente a Brasil fuera de los Juegos Olímpicos de París.
* Con información de AFP*