Después de quedar eliminado de las semifinales del Us Open, a manos de Daniil Medvedev, el tenista español Carlos Alcaraz sacudió a su propio país este sábado 9 de septiembre con una radical decisión. La derrota en el Abierto de los Estados Unidos fue un claro baldazo de agua fría para Alcaraz, que esperaba enfrentar en la final al serbio Novak Djokovic.
Tras no suceder esto y caer en una rotunda decepción, Carlos Alcaraz decidió renunciar a participar en la fase de grupos de la Copa Davis con España. De forma inmediata, esta selección le buscó reemplazo a Alcaraz, quien era el líder de la misma.
El tenista de 35 años, Albert Ramos, será el sustituto de Alcaraz, una responsabilidad bastante grande, teniendo en cuenta que Carlos es el número 1 del mundo. Los partidos de la fase de grupos de la Copa Davis se llevarán a cabo del 12 al 17 de septiembre en Valencia.
La eliminación de Alcaraz en el Us Open
Rendido por Daniil Medvedev a las puertas de la final del Abierto de Estados Unidos, el español Carlos Alcaraz vivió un decepcionante epílogo a su primera gran temporada en los Grand Slams, en la que reluce la corona de Wimbledon.
En el último de los cuatro torneos grandes de 2023, el prodigio español aspiraba a revalidar el trofeo del Us Open pugnando con Novak Djokovic, en una reedición de la final de Wimbledon.
En el resto de grandes escenarios en los que compitió alcanzó al menos las semifinales, mientras un año atrás solo había superado los cuartos de final de Nueva York, donde inauguró su vitrina de Grand Slams y se erigió en el número uno más joven de la ATP.
Su presencia regular en las mayores alturas ha estado apuntalada por su espectacular rendimiento en el resto de torneos. A sus 20 años, el heredero de Rafael Nadal ha ganado este año más partidos (58 por solo 7 derrotas) y títulos (6, dos de ellos de categoría Masters 1000) que nadie.
Pero su inapelable derrota del viernes ante Medvedev, el único que se ha interpuesto este curso en la rivalidad Alcaraz-Djokovic, fue un duro recordatorio del camino que el español tiene por delante para dominar el circuito.
“Pensé que ahora era mejor jugador para encontrar soluciones cuando el partido no va por buen camino. Pero ahora voy a cambiar de opinión. No soy lo suficientemente maduro para manejar este tipo de partidos”, admitió un cabizbajo Alcaraz, en palabras recogidas por la AFP.
El español, que reconoció haber tenido momentos de desconexión clave, no pudo reponerse de la pérdida de los dos primeros sets ante un Medvedev desencadenado al servicio y retorno. “Siempre quiero mejorar y siempre se puede aprender más de las derrotas que de las victorias”, subrayó.
“Vamos a intentar olvidar este partido lo antes posible. Debo tomar las lecciones que deja, pero no creo que este proceso dure más de un par de días o semanas”, apuntó.
Para el español, en el primer semestre del año los principales contratiempos fueron producto de algunos percances físicos, que le impidieron desempeñar su gran nivel.
Desde su entrada en el circuito, su cuerpo ha ganado volumen y se ha forrado de músculos a una velocidad de vértigo. A la lesión muscular en la pierna derecha que le impidió jugar el Abierto de Australia, primer Grand Slam del año, le siguieron molestias en una muñeca y problemas dorsales que le apartaron también del Masters 1000 de Montecarlo.