Más de siete años después del accidente aéreo de Chapecoense, en el que 71 personas a bordo de un avión de LaMia perdieron la vida luego de que este se chocara en las montañas de Antioquia, el club brasilero tendrá que pagar una compensación de $ 118.000 dólares a la familia de uno de los empleados fallecidos.
Se trata de un hombre que para la fecha de los acontecimientos ejercía como jefe de seguridad del equipo de fútbol, y que tras su muerte dejó desamparados a su esposa y sus cinco hijos, tanto emocional como económicamente.
La familia del hombre pidió la compensación argumentando que “se trataba de un accidente laboral típico, ya que el empleado se encontraba al servicio de la empresa, ejerciendo su profesión y cumpliendo el contrato de trabajo”.
Aunque inicialmente se consideró infundada la petición porque Chapecoense no es responsable objetivamente de lo ocurrido, luego la Segunda Sala del Tribunal Superior del Trabajo de Brasil tomó la decisión en favor de la familia del jefe de seguridad.
“La asociación es responsable de reparar los daños materiales y morales derivados del accidente, tal como se produjo durante el viaje del empleado en un viaje por cuenta de Chapecoense y en una aeronave fletada por esta”, expresó la entidad.
Ahora el equipo de fútbol no solo tendrá que pagar la indemnización, sino también una pensión mensual a la viuda y sus hijos hasta el año 2049, que fue considerada por el tribunal como la expectativa de vida del individuo.
Para esta pensión mensual “se estableció que el salario pensional corresponderá al salario promedio de los últimos 12 meses del trabajador fallecido, más 1/12 del salario 13 y 1/12 del tercio de vacaciones. De este total, se deduce 1/3, que se destinaría a los gastos personales del empleado”, dijo la TST.
Este monto no fue especificado en cifras por la entidad, sin embargo, se explicó que se busca mitigar los perjuicios materiales que se dieron luego de la pérdida del jefe de seguridad de Chapecoense.
Cabe recordar que el club brasilero viajaba a Colombia para disputar la final de la Copa Sudamericana 2016 ante Atlético Nacional. El juego iba a realizarse el martes 29 de noviembre de 2016, pero en la noche anterior se siniestró la aeronave luego de reportar un falla técnica total y falta de combustible.
El informe final de la Aeronáutica Civil, quien fue apoyada en la investigación por la Air Accidents Investigation Branch, señaló que la empresa LaMia “no cumplió con los requisitos de cantidad mínima de combustible exigidos en las normas internacionales, pues no tuvo en cuenta el combustible requerido para volar a un aeropuerto alterno, el de contingencia, el de reserva, ni el combustible mínimo de aterrizaje”.