Desde varios años antes de que naciera Egan Bernal, los ciclistas colombianos ya estaban dejando su nombre grabado en las carreteras europeas y paralizando al país con sus triunfos.
La victoria de Alfonso Flórez, en el Tour de L’Avenir de 1980 y la participación de Patrocinio Jiménez y Édgar ‘Condorito’ Corredor en el Tour de 1983, abrieron la puerta para la conquista europea por parte de los ‘escarabajos’ colombianos, pero fue en el ascenso del Alpe d’huez en el Tour de 1984 cuando el país vivió por primera vez la gloria de una victoria de etapa en una de las grandes carreras europeas.
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Inalcanzable en la escalada, Lucho Herrera dejó en el camino a Bernard Hinault y Laurent Fignon, los grandes competidores de la carrera de ese momento, y ascendió en solitario los últimos kilómetros de montaña hasta llevarse la victoria. La imagen de Lucho alzando los brazos con su camiseta amarilla, azul y roja quedó grabada para siempre en todos los colombianos.
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En 1985, la gloria se triplicó: fueron tres las victorias de etapa de los colombianos en el tour: dos de Lucho y una de Fabio Parra. Por el dramatismo con el que se alcanzaron, las que más quedaron grabadas en la memoria fueron la que ganó Parra, porque fue un uno-dos con Lucho, y la que ganó Herrera en Saint Etienne, en donde subió al podio con el rostro ensangrentado pues había sufrido una caída en el descenso.
En 1987, la parálisis del país fue total cuando Lucho se coronó campeón de la Vuelta a España. Unos días después, fue recibido en Bogotá con camión de bomberos que lo llevó directamente al Palacio de Nariño, en donde el entonces presidente de la República, Virgilio Barco, se enfundó la camiseta amarilla de Lucho, sin importar la diferencia de talla que había entre los dos.
Pese a algunos logros parciales, victorias de etapa y un liderato provisional en el Tour de Francia, pasaron 17 años antes de que un colombiano volviera a coronarse campeón de una de las grandes carreras europeas.
Nairo Quintana ganó el Giro de Italia en 2014, en otra de las jornadas memorables del ciclismo colombiano. Fue aún más emocionante porque Colombia hizo el uno-dos en la carrera con Rigoberto Urán en el podio, al lado de Nairo.
El ciclista boyacense repitió la hazaña al ganar la Vuelta a España en 2016. Esa carrera sería la primera en la que Nairo lograría superar a Chris Froome, quien al final fue segundo en el podio.
Ahora, Egan Bernal logra un nuevo hito para el ciclismo colombiano. Es la primera vez que la bandera del país está en lo alto de la clasificación de la carrera ciclística más importante del mundo.
Y con seguridad no será la última vez que un ciclista le da este tipo de alegrías al país.