El Tramadol, ese medicamento que le encontró la Unión Ciclista Internacional (UCI) a Nairo Quintana en una de las pruebas de sangre que le hicieron entre los días 8 y 13 de julio durante el Tour de Francia 2022, puede ser adictivo, especialmente cuando su uso es prolongado.

¿Para qué se usa? Según la National Library of Medicine, este medicamento aliviana el dolor moderado e intenso, asociado principalmente a dolores osteomusculares (músculos, huesos, tendones, ligamentos)

El medicamento pertenece a una clase llamada analgésicos opiáceos (narcóticos) y su función es cambiar la manera en la que el cerebro y el sistema nervioso responden al dolor. En la primera semana del Tour, el 9 de julio, el ciclista Quintana sufrió una caída en la octava etapa del evento, en la que resultó herido. Aún así siguió con la competencia y quedó en el 6 puesto.

Algunos deportistas suelen recurrir a este medicamento para disminuir la sensación de dolor o fatiga, por la capacidad que tiene el analgésico de bloquear el dolor. Sin embargo, este también disminuye la función cognitiva y por esa razón la UCI lo prohibió desde el 2019.

Según farmacéuticos, como el español Carlos Fernández Moriano, que dio una entrevista para el Consejo General de Colegios Farmacéuticos en España, los efectos adversos con Tramadol son en general frecuentes pero de importancia moderada.

Afectan el sistema nervioso central con síntomas como somnolencia, dolor de cabeza y mareos; también efectos en el aparato digestivo reflejados en náuseas, vómitos y estreñimientos, y en el aparato respiratorio se puede producir una depresión respiratoria (hipoventilación que evita un adecuado intercambio de gases en los pulmones).

Sin embargo, según Fernández, con el Tramadol hay menos riesgos para la dependencia a los analgésicos, que conlleva también al síndrome de abstinencia y que conlleva a sentir nerviosismo, ansiedad, insomnio y temblor.