Durante este miércoles, 5 de julio, se llevaba a cabo desde las primeras horas del día para Colombia la quinta etapa del Tour de Francia 2023, con la particularidad de que el trazado era montañoso. Las características del recorrido permitían pensar en que algún cafetero iría en busca de algo más que participar y así fue: cuatro de los cinco nacionales que hacen parte de la competencia se fueron en la fuga del día, en busca de coronar de la mejor manera Col de Soudet.
El puerto de fuera de categoría, que planteaba la etapa a los 90 kilómetros, terminó sacando lo mejor de las piernas de Rigoberto Urán y Daniel Felipe Martínez, quienes dieron muestras claras a los favoritos de estar fuertes para la lucha contra ellos. Aunque en el grupo durante el ascenso Esteban Chaves y Harold Tejada también estuvieron, la mejor muestra la hicieron los primeros dos mencionados, que tomaron los primeros lugares al pasar la cumbre del puerto.
Ante rivales poderosos y un clima donde predominaba la niebla, el compañero de Egan Bernal en el Ineos Grenadiers se enfrentó a varios de sus oponentes hasta lograr cruzar segundo. El cuadro británico, al ver la actuación de su corredor, lo resaltó así: “Con @danifmartinez96 segundo sobre la cumbre en un rápido ascenso. Se une a él @OmarFraile ya que la pareja es parte de un grupo de 17 ciclistas que tiene una brecha de más de 4:00 con alrededor de 50 km para el final #TDF2023″.
Tras los pasos de los dos primeros puertos, el remate del día en la montaña de primera categoría dejó ver que Martínez fue el único en poder responder a la exigencia. Lastimosamente para Rigo Urán, Esteban Chaves y el mismo Egan Bernal, fueron kilómetros sumamente exigentes que los hicieron bajar el ritmo para guardar fuerza, dado que en los próximos días la montaña seguirá siendo protagonista y alguno querrá ir por una victoria de etapa.
Sigue la guerra en la montaña
La sexta etapa del Tour de Francia tendrá el jueves la primera llegada en alto de esta 110ª edición, en Cauterets-Cambasque, tras pasar por dos gigantes de los Pirineos, el Aspin y el Tourmalet.
Con salida en Tarbes, esta etapa corta (144,9 km) pero muy exigente tiene cuatro ascensiones en el programa. Después de subir el Capvern-les-Bains (5,6 km al 4,8%) como ‘calentamiento’, los corredores afrontarán dos puertos legendarios del Tour, el Aspin (12 km al 6,5%) y sobre todo el Tourmalet (17,1 km al 7,3%), antes de la subida final hacia Cauterets-Cambasque (15,9 km al 5,4%).
“Es una llegada en montaña que no es extremadamente difícil, pero tendremos las ascensiones del Aspin y del Tourmalet antes”, resume Thierry Gouvenou, director técnico de la ‘Grande Boucle’.
El inicio de la última ascensión “hasta Cauterets es muy tranquilo, puede que no pase gran cosa, pero luego hay tres kilómetros muy difíciles para ir en busca de la línea de meta, son propicios para los ataques, para ir en busca de unos segundos y hacer que explote el grupo de líderes”, añade el responsable del trazado.
Tarbes es ciudad-salida como en 2019, cuando el francés Thibaut Pinot se impuso en el Tourmalet, a 2.115 m de altitud, firmando una de las victorias más bonitas de su carrera.
Será la 85ª vez que el Tour de Francia pase por el Tourmalet desde que lo subió por primera vez en 1910. El creador del Tour, Henri Desgrange, dudó durante mucho tiempo en incluir el puerto en el programa por su dificultad, ya que en la época era además un camino de tierra y piedras.
“Son unos criminales”, llegó a decir Octave Lapize, futuro vencedor del Tour, antes de imponerse en aquella ocasión en Bayona.