Durante el transcurso de la etapa 9 del Tour de Francia, que se desarrolla este domingo 7 de julio del 2024, se han registrado varios hechos curiosos que llamaron la atención de los seguidores de este deporte.
En varios momentos se vio a los ciclistas descendiendo de sus bicicletas y corriendo con estas en las manos para no perder tiempo.
“Una jornada de estrés”. La novena etapa del Tour de Francia, que se disputa el domingo en los caminos blancos alrededor de Troyes, presenta varios peligros para los candidatos al triunfo final.
Innovación en la Grande Boucle, los 14 sectores de grava blanca en el programa de esta vuelta Troyes-Troyes constituyen una mini París-Roubaix susceptible de terminar con las esperanzas y las ambiciones en una caída o un pinchazo.
Este tipo de terrenos hacen que el paso de los ciclistas sea más difícil, de ahí que tengan que bajarse de sus bicicletas para poder tener un impulso durante unos pequeños metros. Algo que es totalmente legal para esta etapa.
Determinada a no proponer más de dos etapas de esprint masivo consecutivas, la organización optó por estos caminos entre viñedos en el Aube (32 km de los 199 de la etapa) para romper la rutina y “dinamizar las cosas”.
Esta iniciativa ha sido calificada como una novedad por algunos equipos de ciclismo participantes en el Tour de Francia, teniendo en cuenta que desde hace alrededor de 60 años que no se incluían este tipo de caminos en la competición.
No obstante, para varios de los equipos esta es una decisión absurda y contraproducente para los competidores, debido a que podrían ocasionar pinchazos que generarían retrasos a los corredores, que se traducen en la disminución de posibilidades de ganar la carrera.