La Selección Colombia se impuso por la mínima diferencia (1-0) a Japón en su primer partido en el fútbol para ciegos de los Juegos Olímpicos de París 2024.

Con ese resultado, la tricolor nacional lidera el Grupo B, que completan Argentina y Marruecos, que empataron sin goles. Al pie de la Torre Eiffel, el combinado nacional encaró su debut en unas paralimpiadas. El partido contra los asiáticos fue apretado, pero se decidió a favor de la tricolor por un solitario gol de Juan David Pérez, al minuto 8.

Es una felicidad muy grande el poder representar al país y toda mi familia, ser el jugador más joven de la selección. Para nosotros significa algo muy importante, es el primer peldaño, el equipo está bastante unido y vamos paso a paso para llegar a la cima”, destacó Nicolás Coca al final del partido.

La tricolor, dirigida por el santandereano Fernando Carrillo, vuelve a tener acción este lunes y su próximo rival es Argentina. La cita es a las 4:30 a.m. (hora colombiana). El partido contará con transmisión de Claro Sports.

La selección Colombia se preparó para este certamen en suelo francés. Allá participó en un Grand Prix Mundial y se quedó con el título tras imponerse 1-0 a China en la final del certamen con un solitario gol de Jhon González.

Victoria para la selección nacional. | Foto:

Juan David Pérez, el líder del equipo

Juan David Pérez es un ganador dentro y fuera de las canchas de fútbol. Nació prematuro y esto le produjo un desprendimiento de retina en el ojo izquierdo.

Las posibilidades de que, al nacer a los cinco meses, le ganara la batalla a la muerte eran mínimas, pero desde bebé ya gambeteaba, en este caso al rival más temible.

Ese amor por el ‘deporte rey’ renació a los 16 años, cuatro después de perder por completo la visión, cuando empezó a practicar el fútbol para ciegos, que se desarrolla con un balón sonoro y en donde los arqueros son los únicos que sí ven.

La selección nacional ganó 1-0. | Foto:

De inmediato, Juan David demostró que, como todo zurdo, tiene una riqueza técnica envidiable, que le permite ‘atar el balón’ a sus botines y rematar con potencia a lugares imposibles para los arqueros rivales.