El reconocido exfutbolista y entrenador, Pedro Enrique Sarmiento Solís, está jugando el partido más difícil de su vida, pues está luchando contra un cáncer descubierto hace pocos meses, razón que lo llevó a que le tengan que hacer un transplante y mucha transfusión de sangre.
Desde hace dos meses que Sarmiento se encuentra internado en una clínica en Medellín, en donde está siendo atendido con el objetivo de salir de esta difícil situación.
SEMANA habló con el hijo de Pedro Sarmiento, Daniel, quien contó detalles de la situación que atraviesa su padre y por la cual están aferrados a Dios para salir adelante.
¿Cómo están viviendo este proceso tan difícil?
Es un proceso muy difícil. Es una enfermedad que se considera supremamente compleja: leucemia mieloide aguda, que es un cáncer de la médula ósea muy agresivo. Él lo desarrolló después de haber sido tratado por muchos años de una enfermedad de la sangre que se llama policitemia y evolucionó en este cáncer y él se empezó a sentir no muy bien a principio de año. Unos exámenes le salieron alterados y se encontró que estaba padeciendo esta enfermedad. Desde entonces empezó esta lucha.
¿Cómo está emocionalmente Pedro Sarmiento?
Les sorprendería: él es el enfermo y uno se da cuenta de que es el más fuerte de todos. Nosotros somos los que nos vemos afectados en la parte anímica, sentimental, pero ese señor es increíble, la actitud y el temple, y la forma en que está afrontando su condición, es inspirador. Es muy conmovedor verlo, es berraco en la vida.
¿Qué necesitan ustedes para su papá?
La donación de sangre es importante. Y ahora lo que va a servir mucho también es la donación de plaquetas. Esta enfermedad que tiene mi padre hace que su médula ósea no produzca lo que se necesita.
La sangre en la médula ósea se produce en los glóbulos rojos y por eso las donaciones de sangre, pero también produce las defensas, los glóbulos blancos y las plaquetas que se encargan de la curación, del cicatrizado, de que no sangre. Esas dos cosas son muy importantes; la donación de sangre y la de plaquetas.
¿El proceso al que se sometió su padre es un trasplante de médula?
Para el trasplante de médula él necesitaba encontrar un donante de médula ósea, que son las células hematopoyéticas, las que producen sangre en los huesos grandes. Un donante con una compatibilidad supremamente alta, con probabilidades difíciles. Fuimos bendecidos con que esa compatibilidad se encontró en su hermano, Juan Carlos Sarmiento, otro deportista, ciclista, la persona que está con él.
Él hizo un primer ciclo de quimioterapia del cual salió muy bien, el cuerpo reaccionó muy bien y lo preparó para este segundo round y ese es el proceso en el que estamos.
¿Qué dice su padre sobre el cariño del gremio deportivo?
Definitivamente, ayudan en estos procesos. La ciencia va por un lado, pero hay otra parte que no es palpable o no la podemos medir y es la amistad, el sentimiento, el cariño y eso no le ha faltado a mi papá, aún cuando ha estado un poquito aislado, le ha costado coger el teléfono porque está concentrado en su tema.
Las manifestaciones de cariño, de solidaridad de sus amigos, de quienes ha compartido en el fútbol y en la cancha son constantes, enormes. Estoy convencido de que es parte de lo que anímicamente lo tiene fortalecido.