El domingo anterior en el duelo entre Deportivo Cali y Atlético Nacional que terminó con empate a un gol, en el estadio de los ‘azucareros’ en Palmaseca, se presentó un lamentable incidente en el cual el árbitro asistente Richard Ortiz, recibió una agresión por parte de la tribuna Sur de escenario, cuando se iba a ejecutar el tiro penalti que le dio la igualdad a los ´paisas’ en el segundo tiempo.
Todo un hecho reprochable que se volvió tendencia nacional y que seguramente le caerá una fuerte sanción al equipo local, por el incidente y no brindar correctamente la seguridad en el estadio.
Tras el lamentable incidente, el Deportivo Cali rápidamente publicó un comunicado de prensa en sus redes sociales, expresando rechazo ante la situación del partido y anunciaron que tomarán acciones para identificar a los responsables.
“Nuestra Asociación repudia todos los actos de violencia que afectan la fiesta del fútbol y lamenta profundamente que, por las acciones de uno, o unos pocos, se perturbe el espectáculo deportivo y se empañe el esfuerzo incondicional de nuestra hinchada que ha demostrado un acompañamiento ejemplar durante el presente año, especialmente en estos momentos de dificultad”, se puede leer en el comunicado.
La entidad deportiva manifestó que tras los incidentes adelanta un proceso riguroso de investigación en colaboración con las autoridades con el fin de lograr identificar a los responsables de la agresión.
En esa línea, el Deportivo Cali emitió un nuevo comunicado este miércoles 9 de agosto en el que informó que continúa investigando los hechos, además, hace un llamado a las personas que tengan información para que ayuden a identificar a los responsables de los hechos acontecidos.
“Hacemos un llamado a quienes tengan información que nos ayude a identificar a las personas que arrojaron objetos a la cancha”.
“Reiteramos nuestro llamado al buen comportamiento y la sana convivencia dentro de los escenarios deportivos, es una responsabilidad de todos”, dice el comunicado del Cali.
Lo que sucedió en detalle
Pero antes del cobro, cuando el ejecutor se estaba preparando para hacerlo, los demás jugadores salían del área y el juez se disponía a autorizar la pena máxima, un objetivo fue lanzado desde la tribuna sur del estadio e impactó la cabeza del asistente de línea 1, Richard Ortiz. Inmediatamente el árbitro se sentó en el piso y fue atendido por el cuerpo médico del Deportivo Cali y se empezó a dialogar entre árbitro, capitanes y delegados de la Dimayor, para determinar si era pertinente continuar el partido.
Afortunadamente Ortiz se pudo reincorporar e incluso retomó su posición en la línea final del campo en el límite con el área, para reanudar la ejecución del penalti, pero Ospina seguía dialogando con sus otros colaboradores de campo, el VAR y delegados, para tomar una decisión.
El numeral 3 de la regla 5 del actual reglamento del fútbol mundial, indica que entre las “Facultades y obligaciones” está determinar ante una “Interferencia externa”. Por eso “detendrá, suspenderá temporalmente o de manera definitiva el partido por cualquier tipo de infracción o interferencia externa” y menciona claramente lo que ocurrió en el partido entre Cali y Nacional:
“... un espectador lance un objeto y este golpee a un miembro del equipo arbitral, a un jugador o a un miembro del cuerpo técnico de un equipo; en función de la gravedad del incidente, el árbitro podrá permitir que el partido continúe, o bien optar por detener, suspender temporalmente o suspender definitivamente el partido”.
Al final el árbitro optó por reanudar el juego e incluso siguió con la misma determinación luego de que los integrantes de Nacional fueran agredidos minutos después, cuando se disponían a ejecutar un tiro de esquina desde ese mismo lado del campo, pero en el sector suroriental.