Por Francisco Henao Bolívar
Jaime de la Pava sabe perfectamente dónde se metió y por eso el reto no lo asusta. El curtido técnico, hecho en el Valle, entiende que llega a un Deportivo Cali muy diferente en lo administrativo y en lo futbolístico, al equipo azucarero de sus tres etapas anteriores.
En esos años, 1989 cuando estuvo en las divisiones menores; 2005 y 2010 con el plantel profesional, no había opulencia, pero tampoco estrechez económica como existe hoy. Y todo, por una millonaria deuda que tiene al Deportivo Cali asfixiado como institución, y muy golpeado en lo deportivo.
En los últimos tres torneos, el onceno azucarero ha sido más noticia por las quincenas atrasadas con todos sus trabajadores, que por los logros alcanzados en la cancha. El panorama muy poco ha cambiado para este semestre y eso lo sabe De la Pava. Esa situación sin duda lo obliga a dirigir con mucho tacto, para mantener al grupo enfocado en lo futbolístico.
El técnico cree que si se logran los resultados, aportarán considerablemente para la solución. De la Pava habló con El País de este arribo a un equipo que vive hace rato la época de vacas flacas.
¿Con qué sensaciones llega a un Deportivo Cali muy diferente al de etapas anteriores?
Esta es mi cuarta vez en el equipo, primero como entrenador en divisiones menores y luego en el equipo profesional. Conozco muy bien la institución y hay un vínculo muy cercano tanto con dirigentes, como con socios e hinchas. ¿Con qué sensaciones llego? Con las mejores porque en estos días de entrenamiento he visto el equipo motivado; en lo personal los objetivos están renovados, he estado año y medio en un proyecto personal, pero en el día a día me la he pasado estudiando, leyendo, hablando con técnicos porque el fútbol ha cambiado mucho. Además, logramos conformar un buen cuerpo técnico y eso, sumado a la gente del club, va a ayudar mucho.
Los que más sonaron para llegar fueron ‘Cheché’ Hernández y David González, y fue usted el elegido. ¿Cómo se dio todo?
Es una pregunta para los dirigentes. Pero el año pasado tuve un diálogo con el presidente Luis Fernando Mena, aunque al final no se dio la opción de venir. Pero siempre he estado en las posibilidades del Cali. El viernes me llamaron después de las 6 de la tarde, y con el Comité Ejecutivo hablé de manera virtual 30 minutos; tomamos una decisión, analizaron todo y agradecido porque estaban nombres importantes como el profe ‘Cheché’ Hernández, su capacidad y lo que le dio al club, el mismo David González que está comenzando; es un orgullo que se hayan fijado en mi. El reto es retribuir la confianza con mucho trabajo.
¿Por qué se le apuntó a un equipo que tiene múltiples problemas, sobre todo económicos?
Nosotros somos parte de la solución y dentro de la cancha el jugador debe entender que con cada acción que desarrollemos, podemos ayudar para la solución. En la medida en que el jugador entienda que a pesar de la situación debemos dar lo mejor, y que los resultados se den, vamos a aportar mucho. Los muchachos no pueden perder la motivación de jugar porque no haya dinero. Lógicamente todos lo necesitamos por los compromisos que adquirimos, pero somos parte de la solución a los problemas si logramos los resultados. Sabemos además del esfuerzo de los directivos para solucionar los inconvenientes.
¿Los directivos le dieron garantías de que el tema económico está camino a solucionarse?
Están en el proceso. Lo que sabemos es que podemos estar a corto plazo de una solución. Esperemos que todo les salga. Conozco al club y en las anteriores etapas que estuve, nunca me quedaron debiendo. Aquí se le va a cumplir a la gente.
¿Con su llegada siente que se ha descomprimido un poco ese ambiente pesado que había?
Yo lo siento bien, los muchachos están positivos, contentos, los veo sueltos; esa también es una labor de todo entrenador, tratar de detectar a tiempo y hacer el diagnóstico para que haya la tensión normal que existe en el fútbol profesional, pero también que se suelten. El hecho de ponerse una camiseta como la del Cali ya genera presión; pero vamos a trabajar duro para que en la cancha muestren todo lo que hemos observado en los entrenamientos.
La nómina es muy parecida a la del torneo anterior: ¿se puede soñar con este equipo?
Sí, indudablemente. Un punto interesante fue el segundo tiempo en Pereira. Lo más valioso fue la actitud del grupo. Debemos creérnosla, fortalecer nuestro autoestima.
¿Espera más refuerzos?
Yo estoy evaluando; en un 90% me gusta mucho lo que hay y lo que va a venir. Teófilo (Gutiérrez) tiene que ponerse a punto, él conoce su cuerpo y sus capacidades, va a ser un jugador importante en este equipo dinámico que queremos. Al ‘Chino’ Sandoval lo conozco desde el proceso de Udinese en la costa; nuestro asistente técnico John Jairo Escobar ha dirigido al ‘Chino’ y a Téofilo en el Junior cuando estuvo con ‘Cheché’ Hernández; el boliviano (Luis Haquín) es un jugador serio, tiempista, selección nacional, hombre líder; no me cabe la menor duda que va a ser de gran ayuda para los muchachos.
A propósito, la gente habla de la sociedad Teófilo-Sandoval, pero más por el tema disciplina. ¿Ha hablado con ellos?
Estoy tranquilo en ese sentido y si llega a pasar algo, ya saben lo que va a suceder. Es una linda oportunidad para ambos, hay uno joven que si aprovecha esto puede ser importante para Selección y para el fútbol del exterior. Y Teófilo, para que termine de la mejor manera esa brillante carrera que ha tenido. Lo poco que pude dialogar con él sabe cómo trabajamos. Estaremos vigilantes con todos los muchachos.
Con Teófilo, hubo mucho amague para su llegada. ¿Cómo se definió todo?
El viernes pasado durante el desarrollo de la reunión con los directivos, ellos me preguntaron por Teófilo. Les dije que me interesaba mucho. No lo he dirigido, pero lo conozco. Me he llenado de mucha información, hablé con él muy corto y acordamos todo. Teófilo se fue prestando en lo económico para que se diera su llegada. Ahí demostró que quería venir y aportar.
¿A qué le va a apostar futbolísticamente?
Mantener lo que han venido desarrollando, un equipo agresivo e intenso, eso no lo podemos bajar. La disciplina dentro del terreno y algunas variantes que podemos implementar. Vamos a mirar los balones parados, pero hay una base importante. En lo físico y en lo táctico estamos claros. Hay algunos tips que les hemos estado dando a los muchachos sobre lo que queremos en lo ofensivo.
¿Hay nómina para clasificar a cuadrangulares?
Claro que sí. Lógicamente evaluar a los muchachos en los entrenamientos es una cosa, y en la parte competitiva es otra. Esperamos que tengan la confianza para explotar todo lo que tienen. Que se puedan soltar.
¿Y de los cuadrangulares para allá se puede dar el otro paso?
En los cuadrangulares puede pasar cualquier cosa. Pero lo importante primero es entrar a los ocho, ir paso a paso, son 20 fechas y hay que sumar la mayor cantidad de puntos posibles, ojalá sean 35.
¿A qué le tiene miedo?
No, a nada. Yo he trabajado en adversidades permanentemente; de hecho los logros se han alcanzado en las adversidades. Hemos logrado cuatro ascensos, tres ligas, una Merconorte, una Copa Colombia, 13 finales en mi carrera, cuatro o cinco perdidas. Muchas veces no he clasificado, me he tenido que ir de equipos. Todo eso lo va curtiendo a uno. Miedo no. De pronto no tener salud o que algo les suceda a mis hijos que tanto quiero. La vida son desafíos, no podemos temerle a nadie mientras Dios esté por encima. Hay que trabajar con honestidad, con respeto. El fútbol es un medio muy difícil, complejo, donde existen cosas feas y malas. Y todo eso lo he enfrentado. Nadie puede decir que yo cobré un peso por un jugador o que cobré un dinero adicional fuera de mis contratos y premios ganados. Eso lo tengo claro y lo transmito a la gente con la que trabajo. Uno tiene que ser honesto para que la honestidad se vea en la cancha.