La supuesta venta del nombre del estadio del Deportivo Cali a una empresa mexicana (Petrosoccer), sumada a la del famoso inversionista inglés que fue presentado en una asamblea, comprobándose después que ambas opciones no eran sólidas, prendieron las alarmas en el cuadro azucarero.
El anuncio del presidente del equipo, Luis Fernando Mena, que tenía todo avanzado con una firma para vender el nombre del estadio hizo que los reflectores se enfocaran en el supuesto inversionista o empresa.
Petrosoccer y su representante, Gerson Nahel Solano Aguilar, fueron los nombres que salieron a la luz pública, pero así como surgieron, comenzaron muchas dudas sobre la legitimidad de la firma y de Solano.
Denuncias por amenazas y estafas, además de actuaciones extrañas de Solano en México, inundaron las redes y alertaron al Deportivo Cali de los antecedentes del representante de Petrossocer.
Sin embargo, el cuadro azucarero, a través de un comunicado ayer, dio a entender que la negociación con la empresa mexicana seguía su curso normal.
Además de asegurar que alcanzó un acuerdo con Petrosoccer y asociados LTD, el Cali dice que “la celebración del contrato depende de los procesos de trazabilidad y debida diligencias que deben realizarse de acuerdo con las políticas institucionales y legales, etapa que actualmente se viene surtiendo”.
Y agregó el equipo que “una vez se surtan todos los procedimientos legales, haremos oficial la información a través de nuestros canales”.
La posición del Cali la ratificó luego el mismo Gerson Nahel Solano, quien en una larga entrevista con el Supercombo del Deporte adelantó incluso varios detalles de la negociación.
“La plata la pone Petrosoccer. Total Energies es una empresa matriz, no tiene nada que ver, es Petrosoccer y listo. Esto se va a cerrar cuando menos lo piensen”, dijo Solano.
Y sobre los problemas judiciales que ha tenido en México, aseguró que “ante la ley, yo estoy limpio, tengo mi dinero limpio”.
Siguen las dudas
Pese al comunicado del Deportivo Cali y a la declaraciones de Solano, las dudas sobre la negociación, pero sobre todo de la empresa mexicana, persisten.
“Esa clase de negociaciones con una empresa poco conocida no me causan buena espina; algo me dice que ahí hay cosas raras”, le dijo a El País un expresidente del cuadro azucarero, que pidió la omisión de su nombre “para evitar más polémicas”.
Entre tanto, otro exdirectivo de los azucareros, Alfonso Muñoz, aseguró que “faltó prudencia para una negociación de ese tamaño; el Presidente no puede salir a decir cosas que no va a cumplir, es una irresponsabilidad grande”.
Asimismo, un allegado al Comité Ejecutivo, que también pidió que no se le mencionara, reveló que “no está gustando la forma como se vienen manejando esas situaciones en el equipo; primero fue lo del famoso inversionista inglés, que resultó ser un payaso, y ahora esta situación. Ojalá el equipo no vaya a ser víctima de una estafa. Hay que tener mucho tacto, porque la credibilidad del equipo está por el piso”.
El País les preguntó a cuatro periodistas de medios importantes de México sobre si conocían a Gerson Nahel Solano y a la firma Petrosoccer, y todos coincidieron en decir que no lo identificaban, y mucho menos lo asociaban con temas de fútbol.
Días clave
El tema divide enormemente, con socios, exdirectivos e hinchas muy incrédulos por la situación que se está presentando con la famosa venta del nombre del estadio y el patrocinio de la camiseta.
Sin embargo, el Deportivo Cali y el empresario mexicano Gerson Nahel Solano, representante de Petrosoccer, de acuerdo con el comunicado, y luego con las declaraciones del inversor, siguen adelante con la negociación.
Los próximos días serán clave para saber si institución y mexicano tenían razón, o si el Deportivo Cali se expuso a una estafa millonaria.