Advirtiendo a sus rivales que no piensa dejarles ganar, Novak Djokovic pasó el martes a semifinales de Wimbledon por 12ª vez, donde también estará la ucraniana Elina Svitolina, “más fuerte” que nunca tras ser madre y sufrir la guerra en su país.
El serbio de 36 años, que busca su octavo título en el All England Club londinense y el 24º Grand Slam de su carrera, se impuso en dos horas y 48 minutos al ruso Andrey Rublev por 4-6, 6-1, 6-4 y 6-3.
El jueves se enfrentará al italiano Jannik Sinner, octavo jugador de la clasificación ATP, que también venció a un ruso, Roman Safiullin (N.92), en cuatro sets.
Alcanza a Federer
Sin embargo, aseguró que no le gusta “pensar en los números” cuando está disputando un torneo y que “adora” el hecho de ser el adversario al que todos sueñan con imponerse.
“Cualquier tenista quiere estar en una posición en la que todos los demás le quieran ganar”, afirmó.
“Ellos quieren ganar, pero no va a suceder”, dijo con una carcajada, determinado a llegar a la final del domingo, donde podría encontrarse con el español Carlos Alcaraz, primera raqueta del mundo al que venció en junio en París cuando este se vio afectado por fuertes calambres debidos a los nervios.
Djokovic, por su parte, aseguró no temer la presión. “Forma parte de lo que hacemos”, dijo, y “despierta las emociones más bellas en mí y me motiva y me inspira para jugar mi mejor tenis”.
Rublev, séptimo de la clasificación mundial, lo intentó todo para vencerle, sin éxito.
Sinner, de 21 años, ya se enfrentó al serbio en Wimblendon el año pasado, donde cayó en cuartos de final tras una impresionante remontada de Djokovic después de que el joven italiano se apuntase los primeros dos sets.
“Cuando perdí el segundo set, todo lo que tenía que hacer era ganar los dos siguientes”, bromeó. “No, más en serio, obviamente fue difícil. Estaba un poco apagado mentalmente, que es un aspecto en el que estamos trabajando mucho, y obviamente estoy muy contento con la forma en que reaccioné”, añadió.
También Svitolina, que se clasificó eliminando con gran determinación a la número uno del mundo, la polaca Iga Swiatek, dijo sentirse “más fuerte” en su regreso a las canchas desde hace tres meses, después de haber dado a luz en octubre.
“La guerra me hizo más fuerte”
“Obviamente, quiero ganar. Tengo esta motivación, esta enorme motivación, de volver al más alto nivel. Pero creo que después de haber tenido un hijo, y con la guerra, me he convertido en una persona diferente. Veo las cosas de otra manera”, añadió la ex número 3 del mundo, que ahora ocupa el puesto número 76 de la ATP.
“La guerra me hizo más fuerte, también mentalmente. Ya no veo los momentos difíciles como catástrofes. Hay cosas peores en la vida. Ahora estoy más tranquila. Y como acabo de volver a competir, la presión no es la misma”, explicó.
Svitolina ha alcanzado las semifinales de un torneo de Gran Slam dos veces en su carrera, en Wimbledon y en el Abierto de Estados Unidos en 2019, pero en ninguna llegó a la final.
Svitolina se enfrentará a la checa Marketa Vondrousova (N.42), que pasó a la semifinal tras remontar un 4-1 y servicio en contra en el tercer set contra la estadounidense Jessica Pegula (N.4), a la que ganó por 6-4, 2-6 y 6-4.
Con información de AFP