Lejos de la escena asiática, estadounidense o europea, tanto en presupuestos como en aceptación del público, los eSports (deportes electrónicos) en Colombia y Latinoamérica, cada vez más toman fuerza al punto de tener una organización sólida que atrae no solo seguidores, sino también patrocinios. Y todo esto a pesar de la resistencia de algún sector del deporte que no lo considera propio.
Uno de los videojuegos más populares del mundo es League of Legends (LOL), producido por la casa Riot Games, que cuenta con un sistema lo suficientemente serio como para llevar a cabo un Mundial competitivo –el cual se está desarrollando en Europa–, tener tres divisiones en Latinoamérica y ahora ser el eje de un popular reality show.
ESPN, la casa televisiva más importante del deporte, apostó por un programa dedicado a los eSports en el que 20 participantes –hoy en día quedan 17 tras eliminaciones– de todo el continente compiten entre sí en este videojuego por un premio de 10.000 dólares, la posibilidad de firmar con uno de los mejores equipos del continente y, desde luego, el reconocimiento internacional.
En el ‘Desafío ESPN Camino a League Of Legends’ comenzaron dos colombianos en busca del sueño, Juan Camilo Gutiérrez (‘Milo’) y Adriana Duarte (‘Rose’), quien ya fue eliminada. Además, uno de los entrenadores también nació en nuestro territorio, Gerson Castaño (‘Dye’), quien tiene una gran experiencia en el juego a nivel mundial.
Los E-Sports peleando contra el establecimiento
La discusión está muy arraigada en Latinoamérica, mucho más en Colombia, donde los videojuegos no han podido perder su identidad de pasatiempo para convertirse en un trabajo formal y, mucho menos, en un deporte de alto rendimiento.
Justamente, hechos como esta inversión de ESPN y el apoyo de grandes marcas comerciales han hecho que los eSports se abran un camino en la región para echar las raíces de una competencia que en un futuro próximo tendrá mucha más fuerza. En el caso de ESPN, no solo le da espacio en la televisión, sino que también se apoya como semillero de nuevos talentos.
‘Dye’, el entrenador colombiano en el reality, le dijo a Colprensa que “hace falta la cultura. Para nosotros no es normal que alguien viva de esto, no es normal decirle al padre de familia que su hijo va a ser ‘gamer’. En Corea llevan más de 30 años dedicados a los eSports y claramente nos llevan años de ventaja”.
El chileno Tommy Pervan –quien fuese comentarista (caster) oficial del League of Legends en el continente y ahora es conductor del reality de ESPN– tiene una opinión similar.
“Los competidores en Asia, Europa, tienen visa de atletas, incluso hay comités olímpicos que están considerando los eSports para los Juegos Olímpicos. El hecho de que ESPN se esté metiendo en esto ayuda mucho a la normalización de que jugar videojuegos te puede llevar a grandes cosas”, comentó.
En el plano de lo deportivo, Pervan fue mucho más allá con sus declaraciones: “esta es una de las prácticas más competitivas que conozco. En unos años esto va a ser un deporte tradicional y estaremos en la discusión de si otra cosa es un deporte o no”.
Y agregó: ”los eSports tienen mucha dificultad, nunca terminas de mejorar. El ajedrez es considerado un deporte y esto es mil veces más competitivo que el ajedrez. Tienes cinco personas por equipo tratando de coordinarse para jugar de la mejor manera posible. Además el juego cada dos semanas se actualiza entonces nunca acabas de conocerlo, hay que estudiarlo siempre, hay nuevos personajes, nuevas arenas”.
Preparación de alto rendimiento
“Quizás la gente desde afuera solo ve la parte cuando los ‘gamers’ están sentados frente a la consola, pero hay detrás una preparación muy grande”, apuntó ’Dye’ cuando se le pregunta sobre las capacidades físicas y psicológicas que se necesitan a la hora de ser un profesional en este asunto.
No solo se trata de lo que League of Legends, en este caso, pueda poner como soporte para los jugadores, sino que desde los equipos y, en este caso, en el reality de ESPN, hay esfuerzos muy grandes por sacar el mayor provecho de cada uno de estos jóvenes que aspiran a vivir –o ya viven– de los videojuegos.
“Nosotros como jugadores y entrenadores exigimos mucho la parte mental, pero no puedes descuidar la parte física, eso es fundamental. Hay jugadores que tienen su rutina en el gimnasio, pero también hay psicólogos, kinesiólogos, entre otros. Entrenamos día a día con diferentes formas que solo sentarse a jugar”, añadió Castaño, quien de esto sabe mucho pues antes de los eSports jugó fútbol en su natal Pereira.
‘Milo’, caleño participante del ‘Desafío’, ha entendido también que en ese mundo no solo se sobresale por su rendimiento frente a la consola: “antes yo veía el juego como una partida en la que solo matas y matas contrincantes, pero acá te hacen jugar con el cerebro, pensar bien las jugadas. Tomar decisiones inteligentes, no hay que basar el rendimiento en lo mecánico”.
Pero, además del entrenamiento, ¿Cómo son las horas previas de un ‘gamer’ cuando va a competir? Pues no es muy diferente a lo que se realiza en los deportes tradicionales.
Gerson explicó que se realiza “un calentamiento general de manos, articulaciones, estiramiento. Hay que tener un buen sistema cardiovascular, trotamos, hacemos gimnasio con rutinas personalizadas, pero eso va en cada persona. Lo importante es estar activo”.
El circuito de League of Legends es uno de los más fuertes
Colombia tiene una Liga Nacional de League of Legends y, además, en este 2019 fue sede de la Final de Latinoamérica, la cual se disputó en el Movistar Arena de Bogotá. Pero hace falta mucho camino por recorrer para conseguir lo que tienen en Asia, especialmente.
A nivel internacional, la KeSPA (Asociación de Deportes Electrónicos de Corea del Sur) es el gran ejemplo que todos deberían seguir. Ya hace parte del Comité Olímpico de ese país y tiene un calendario competitivo con torneos propios e incluso enfrentamientos internacionales con otros países asiáticos.
Pervan comentó que League of Legends “tiene más de 10 Ligas por el mundo las cuales son aprobadas por Riot Games (productor del juego). De esas los campeones se ganan el derecho de participar en el Mundial. Además cada torneo tiene dos ediciones, Apertura y Clausura, así como un ‘minimundial’, el ‘Mid-season Invitational”.
“En Latinoamérica tenemos tres divisiones, la historia ha venido abriéndole paso a varios equipos. Tenemos ligas nacionales, como segundas divisiones, en México, Costa Rica, Colombia, Uruguay, Argentina, Chile, Perú. Los campeones de ahí juegan un torneo regional a ver si avanzan a la Primera División, como en el fútbol. Luego también hay otras ligas un poco más amateur, también por países, en las que grupos de amigos buscan el sueño de competir en el máximo nivel”, añadió el comentarista chileno.
Además, no solo es el tema de competencias, sino que por lo menos en la Primera División todos los jugadores tienen contratos profesionales y viven de la consola.
“Hay contratos de trabajo independiente del país, ya seas jugador o entrenador. Luego se dan premios por Liga que pueden llegar a los 25.000 o 30.000 dólares”, añadió ‘Dye’, eso sin mencionar que hay ‘gamers’ que tienen ingresos anuales de millones de dólares y que el Mundial tiene una bolsa de premios que supera los 4 millones de dólares.
Sin embargo, contó ‘Milo’ que en la región sigue siendo muy complicado poder firmar con un equipo profesional y por eso se valora mucho el esfuerzo de ESPN con su reality.
“Tienes que jugar muy bien para estar entre los mejores y quizás un equipo se fije en ti. También hay que tener muchos contactos. En Latinoamérica es difícil, también es que hay mucho nivel. Muchas veces lo que te lleva adelante es la pasión para poder mejorar, dejar de lado tu vida prácticamente y jugar”, expresó.
Los eSports, no cabe duda, son una disciplina que para las generaciones más adultas es difícil de digerir, pero el mercado va llevando las aguas a ellos en especial por los más chicos que crecieron con una consola y un videojuego ‘debajo del brazo’.
Hay ambición y, como dijo Tommy Pervan, “lo bueno es que si en Asia, Europa y Estados Unidos ya funcionó, acá vamos para ese camino”.