Cuatro años después de la muerte de Diego Maradona, comenzó este martes en Argentina el juicio a siete profesionales de la salud para determinar sus responsabilidades en el fallecimiento de la leyenda del fútbol.
Esta primera audiencia se instaló poco antes de las 11:00 de la mañana en los tribunales de la localidad de San Isidro, una ciudad satelital al norte de Buenos Aires, constató un periodista de AFP. Se espera que el juicio dure al menos hasta julio, con más de 120 testigos citados.
Siete miembros del equipo médico de Maradona están imputados por “homicidio simple con dolo eventual”, es decir, sin premeditación, pero en el que el victimario sabe que podría ocasionarle la muerte a alguien e igualmente continúa con su accionar. Los acusados arriesgan entre ocho y 25 años de prisión.
Los acusados son el neurocirujano Leopoldo Luciano Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Ángel Díaz, la médica coordinadora Nancy Forlini, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni, el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna y el enfermero Ricardo Omar Almirón.
Antes de empezar la audiencia, reportan medios argentinos que Verónica Ojeda, expareja de Maradona y madre del hijo menor del exastro, tuvo un alegato con la siquiatra que atendió al campeón del mundo, a quien insultó.
Según expuso el fiscal Patricio Ferrari al inicio de la audiencia, los acusados “aumentaron el riesgo permitido para generar la muerte de Maradona, resultado que se representaron y al cual fueron absolutamente indiferentes”.
La fiscalía definió la internación domicilia como “temeraria, deficiente y sin precedentes”.
“No siguió ningún tipo de protocolo”, expuso el fiscal, que definió el lugar como “un teatro del horror”.
Durante la audiencia se exhibió una fotografía de Maradona recostado y con su cuerpo visiblemente hinchado.
“Era elocuente su estado”, sostuvo Ferrari al considerar que los profesionales de la salud que debían atenderlo “lo condenaron al olvido en esa casa de Tigre y deliberadamente y con crueldad, decidieron que muriera. Todo esto va a ser probado en el juicio”.
Una octava acusada, la enfermera Dahiana Gisela Madrid, será juzgada de forma separada al término de este proceso, en un juicio por jurados a pedido de su defensa.
La acusación de la fiscalía se basa, entre otras pruebas, de un informe médico de mediados de 2021 donde se concluyó que el tratamiento de Maradona había sido “inadecuado, deficiente y temerario”.
Los cinco hijos de Maradona y las hermanas del futbolista son querellantes en la causa.
El carismático jugador falleció el 25 de noviembre de 2020, a los 60 años, a causa de una crisis cardiorrespiratoria mientras cumplía una internación domiciliaria en su residencia particular en Tigre, al norte de Buenos Aires, tras una cirugía en la cabeza por un hematoma.
Según la autopsia, Diego Maradona murió por “edema pulmonar agudo secundario e insuficiencia cardíaca crónica agravada”.
*Con información de AFP