Durante las últimas horas se ha hecho viral una preocupante denuncia que pone en vilo la seguridad e integridad de un miembro del Fútbol Profesional Colombiano.
Se trata del exfutbolista y entrenador Alexis Márquez, quien ha dirigido a varios clubes colombianos, siendo el último el Envigado Fútbol Club hasta finales del año pasado. Además de su trayectoria al interior de la liga de Colombia, junto a dos socios es propietario de una escuela de fútbol, labor en la cual dio a conocer que recientemente fue víctima de un intento de extorsión y secuestro.
Todo sucedió cuando estaba llegando a una zona rural de Pereira tras haber sido contactado por un líder social del corregimiento de La Florida, quien quería entablar un diálogo con él para que la escuela llegara a una vereda del sector. Ambos se pusieron de acuerdo para un encuentro a las 8:00 a.m. en una escuela del corregimiento ubicada aproximadamente a 40 minutos del centro de Pereira.
Márquez viajaba en un carro en compañía de sus dos socios y las esposas de cada uno de los tres. Como estaban transitando por una zona en medio de bosque y retirada de la carretera principal, decidieron tomar fotografías al panorama, con el fin de no perderse en el momento en que tuvieran que regresar hacia la capital de Risaralda. Cada vez que avanzaba, mantenía contacto constante con el líder social.
El terror llegó justo en el momento en que arribaron a la escuela, ya que ahí el entrenador recibió en su celular la llamada de un número desconocido. Quien lo llamaba le aseguro que sabía cuál era la placa y el modelo del carro en el que viajaban, que los habían visto tomando fotografías y que estaban requiriendo los contactos de algunos de sus familiares para poder comprobar sus identidades.
“Nos hacen unas exigencias de los nombres, que no fuéramos militares, que no tuviéramos nada que ver con la Policía, el Ejército. Luego nos dicen que eran de las Farc, que la idea de ellos era solamente tomar esos datos para cuidar el sector”, relató Alexis Márquez en su video.
Márquez aseguró que los presuntos integrantes de las disidencias de las Farc le advirtieron que si no seguían sus órdenes, algunos de sus hombres serían enviados hasta donde estaban ellos para secuestrarlos. “El susto fue muy grande porque nos dijeron que si no hacíamos caso nos encadenaban, que mandaban una gente y nos encadenaban y nos llevaban para el monte”.
Minutos después, todos se dieron cuenta de que las condiciones para que los dejaran en libertad era entregarles sumas altas de dinero, entre ellas 12 millones de pesos. Tras enterarse de esto, su esposa, Mónica Botero, se comunicó inmediatamente con la Policía para alertar sobre la situación.
Minutos después, un grupo de uniformados llegaron hasta el lugar de los hechos para evacuarlos de zona y romper la comunicación con los criminales.
“Gracias a Dios no pasó a mayores, pero la verdad el susto fue muy grande porque el sector era muy alejado de la ciudad, como les decía ahora, un sector boscoso. Y no sabíamos si realmente había guerrilla en ese lado y fue una experiencia muy maluca”, concluyó Márquez.