En la última fecha del todos contra todos de la primera fase de la Liga colombiana, América de Cali tenía muchas necesidades, pero la principal era conseguir un triunfo sobre el Once Caldas en el Pascual Guerrero, para ponerle fin a una racha de siete jornadas sin ganar.
Y lo logró América, no solo derrotando con solvencia 3-0 al onceno blanco de Manizales, si no dándose el lujo de recuperar a Adrián Ramos, quien en ese duelo del jueves aportó doblete para el convincente triunfo.
En ese partido, sin embargo, se presentó una acción que casi nadie la vio en el Pascual Guerrero, mucho menos el árbitro del compromiso, el cartagenero Carlos Ortega, lo mismo que el VAR, que tampoco le hizo un llamado al colegiado para revisar la jugada.
Sucedió en el primer tiempo, ataque del América por izquierda, Felipe Gómez entra al área y disputa el balón con el defensa Jaider Riquett. El jugador escarlata cae, la jugada sigue, pero cuando el balón se detiene, el VAR invita al árbitro Ortega a que revise la acción.
Después de revisar la jugada que se dio en una de las esquinas del área caldense, Ortega no dudó en sancionar el castigo desde el punto penal, justo cuando el partido estaba 0-0.
El árbitro no dudó en sancionar tiro penal. Lo cobró el mismo Felipe Gómez, y el arquero James Aguirre se luce, atajando el penal. En medio de la euforia de los jugadores del Once Caldas, surge lo increíble: con el balón aún en sus manos el arquero, llegan varios compañeros a felicitarlo, entre ellos Manuel Arteaga, quien toca el balón con sus manos.
La jugada era penal para América, pero ni el árbitro, ni el VAR la advirtieron, dejando pasar una jugada que muy pocas veces se da en un partido.
“Aun cuando el portero tenga el balón en las manos, el balón está en juego; y si el defensa lo toca es penal. En todos los casos es mano deliberada. Esa jugada es más del VAR, debió llamar al árbitro Carlos Ortega”, le dijo a El País el exárbitro y hoy analista, José Borda.
La cuenta de X El VAR Central, que analiza el trabajo de los árbitros, comentó: “Eres árbitro, un arquero tapa un penal, sus compañeros van a abrazarlo y uno de ellos toca el balón con la mano y luego con el codo en medio de la euforia. ¿Qué haces? ¿Das penal nuevamente? ¿Miras para otro lado? La verdad”.
Lo cierto es que la insólita acción que nadie vio en su momento durante el partido en el Pascual Guerrero, causó polémica un día después del encuentro. Menos mal América y Once Caldas ya estaban clasificados porque, si no, la jugada se hubiera prestado para suspicacias.