Este fin de semana se llevó a cabo en Cali el Grand Prix de Atletismo, que contó con la participación de deportistas locales, nacionales e internacionales, quienes lograron sus mejores marcas en el estadio Pedro Grajales.

El País descubrió en la tribuna del escenario deportivo la visita del entrenador cubano Ubaldo Duany, quien trabaja fuertemente por estos días con la atleta Caterine Ibargüen. La colombiana se alista para lo que será su regreso a la Liga de Diamante y el Mundial que se realizará en el mes de agosto.

Duany, quien viene con frecuencia a la ciudad, aprovecha para observar los nuevos talentos de este deporte. El cubano habló su visita a la capital del Valle y de cómo va el trabajo con la medallista olímpica.

¿Por qué lo atrae tanto venir a Cali profesor?
Cali es una ciudad a la que quiero mucho, es mi ciudad preferida. Pero me parece importante observar deportistas y ver quiénes vienen empujando para ser figuras.

¿Qué piensa del nuevo aire que ha tomado el atletismo del Valle?
Me pone feliz. Creo que el regreso de personas que saben mucho de este deporte ha hecho que el atletismo vallecaucano comience a hacer las cosas como debe ser; se están trabajando bien los polos de desarrollo y se está notando.

El entrenador cubano Ubaldo Duany fue el encargado de convencer en su momento a Caterine Ibargüen, para que diera el paso a salto triple, sin duda la mejor decisión de su carrera y donde alcanzó un excelente nivel.

¿Cómo va el trabajo con Caterine Ibargüen?
Continuamos con nuestro plan de entrenamiento, el que ya habíamos establecido con anticipación para este macrociclo; por eso hemos tenido tres competencias preparatorias pensando en lo que será el próximo mes la Liga de Diamante y el Campeonato Mundial que se llevará a cabo en Londres.

¿Cómo se trabaja para llegar en una curva de ascenso en cuanto a rendimiento?
Precisamente las competencias preparatorias que hemos hecho es para buscar esa puerta a punto que buscamos, sobre todo para el campeonato mundial.

Después de lo visto, los colombianos y el mundo quieren ver siempre a Caterine en ese ritmo ¿Cómo se trabaja para mantener ese alto rendimiento?
Dentro de nuestro proceso olímpico, este es el tercero que trabajamos; buscamos siempre hacer las cosas desde lo técnico y lo específico muy bien, para contar frecuentemente con ese trabajo que nos permita seguir haciendo las cosas de la mejor manera.

¿El nivel de exigencia ha subido, sobre todo cuando tiene rivales como la venezolana Yulimar Rojas, quien viene creciendo mucho?
Hemos tenido muchas competidoras que han tenido bastante fortaleza y que hacen que las competencias sean mucho más complicadas. Pero nosotros también venimos trabajando muy bien y con el pasar del tiempo hemos conseguido un sitial importante a nivel mundial. Es por eso mismo que trabajamos tan fuerte, porque debemos mantener ese sitial, y se logra con trabajo.

¿Es difícil mantenerse en lo más alto y en el mejor nivel?
Es muy difícil siempre estar en lo más alto. Es complicado porque estamos hablando de disciplina, y cuando se trata de disciplina, hablamos de que hay que limitarse de muchas cosas, tanto deportistas y entrenadores. Después tenemos que contar con el apoyo de todas las personas que también nos deben ayudar para hacer bien nuestro trabajo. La preparación física, técnica y sicológica de la deportista, siempre debe estar en las condiciones necesarias.

¿Qué tanto se cambia en una deportista de élite en la victoria o la derrota?
Nos planteamos objetivos específicos. A nosotros no nos preocupa porque en otros periodos con unos resultados semejantes hemos ganado; ahora, con unos resultados de ese tipo hemos perdido algunas competencias. Pero todo hace parte de la preparación y los objetivos que buscamos durante la temporada que tenemos.

¿Qué se debe hacer para que sigan naciendo más atletas como Caterine Ibargüen?
No solamente hay una Caterine en el país, ya hay varias; no me gusta mencionar nombres, pero ya he visto a muchas que tienen el biotipo y que solo necesitan las ayudas para que hagan un buen trabajo y lleven un proceso correcto para que puedan alcanzar un gran nivel.