Brillante en su recorrido hasta cuartos de final, el enfrentamiento contra Alemania plantea un doble problema para España: el deportivo, con una ‘Mannschaft’ espectacular, y el estadístico, con la maldición que persigue a la ‘Roja’, que nunca ha ganado a los anfitriones del torneo.
Aunque el dato pueda parecer irreal, se trata de una racha todavía en curso y que arrancó en 1980, cuando la selección dirigida entonces por Ladislao Kubala empató 0-0 contra Italia.
El formato en aquella edición era muy diferente al actual, con sólo ocho equipos participantes divididos en dos equipos. España entró en liza contra los ‘Azzurri’ en San Siro, con un empate que supo a poco a jugadores como Vicente del Bosque, Luis Arconada o Santillana.
Las derrotas posteriores contra Bélgica (2-1) e Inglaterra (2-1) condenaron a España en fase de grupos e hicieron olvidar el resultado contra los anfitriones italianos, punto de partida de esta racha.
Más recordada y dolorosa fue la final de la Eurocopa-1984 contra Francia, disputada en el Parque de los Príncipes de París.
La ‘cantada’ de Arconada
Luego de dos empates y una victoria en la fase de grupos y de haber ganado en los penales a Dinamarca en semifinales, España llegaba a la final con esperanza de sumar su segunda Eurocopa, veinte años después de haber ganado la primera en 1964 como anfitrión.
El partido contra Francia quedó marcado por una acción que persiguió durante años a los aficionados españoles. Michael Platini ejecutó un libre directo detenido en primera instancia por Arconada, pero el balón se escurrió entre las manos del guardameta y capitán español, encaminando la victoria final de los ‘Bleus’ (2-0).
Cuatro años después, en un partido decisivo de fase de grupos contra Alemania Federal, España cayó derrotada por 2-0. Rudi Voller, en aquel momento estrella de la Roma, castigó con un doblete a una generación de jugadores como Míchel, Emilio Butragueño o José Antonio Camacho.
España, que no logró clasificar a la edición 1992, volvió a participar en una Eurocopa el mismo año en que en Inglaterra se cantaba “Football it’s coming home” (El fútbol vuelve a casa), un doble sentido entre la condición de los ingleses como anfitriones y el deseo de sus aficionados por ver campeón al país en el que se inventó ese deporte.
La ‘Roja’ se cruzó con los ‘Three Lions’ en cuartos de final, con el actual seleccionador inglés Gareth Southgate sobre el terreno del viejo Wembley, un partido que terminó en empate 0-0 tras el tiempo reglamentario y la prórroga.
En la tanda de penales, Fernando Hierro estrelló su potente lanzamiento contra el larguero y David Seaman detuvo el disparo de Miguel Ángel Nadal, decantando la eliminatoria a favor de los anfitriones (4-2).
Tampoco en Mundiales
En los últimos 28 años España solo se ha vuelto a encontrar con el país organizador del torneo en 2004.
Nombres como Iker Casillas, Carles Puyol o Xabi Alonso, esenciales para los logros posteriores, se enfrentaban a Portugal en la última jornada de fase de grupos. España llegaba a ese encuentro con el camino encarrilado hacia cuartos de final, tras la victoria contra Rusia (1-0) y el empate contra Grecia (1-1).
Sin embargo, el gol de Nuno Gomes nueve minutos después de haber saltado al terreno de juego aseguró el pase de la ‘Seleçao’... y dejó fuera a la ‘Roja’, que pese a empatar a puntos y diferencia de goles con Grecia, cayó eliminada por haber marcado menos goles que los helenos, posteriores campeones del torneo.
Las estadísticas están para romperlas y España llega al duelo de Stuttgart con una dinámica que invita a creer en el fin de la ‘maldición’ contra los anfitriones que también persigue a España en Mundiales, con cuatro enfrentamientos y ninguna victoria.
El trauma generacional que supuso la eliminación en cuartos de final de 2002 contra Corea del Sur o el ‘shock’ en octavos contra Rusia en 2018, son otros fantasmas que podrían quedar exorcizados con una victoria el viernes en casa de Alemania.
Con información de AFP