Por César Polanía, Francisco Henao y Santiago Cruz

Dos horas antes de esta entrevista en el hotel Marriot, a escasas cuadras acababa de ser presentado el libro ‘Las crónicas del 10′, un homenaje a Diego Maradona, con quien Jorge Valdano alzara la copa del mundo en México 86 vistiendo la camiseta de la selección Argentina. Cuando tuvo el libro en sus manos, sin saber de aquel evento, Jorge dibujó una expresión de felicidad en su rostro y se apropió del texto como si intuyera que era un obsequio.

Jorge Valdano es ahora un cotizado conferencista y escritor que le da la vuelta al mundo con sus conocimientos y placentero discurso. (Foto: José Luis Guzmán / El País) | Foto: El País

La conversación, entonces, no podía comenzar de otra manera que con Diego en la boca de los periodistas y el entrevistado, quien lucía impecablemente vestido, con saco y pantalón oscuros, camisa clara y zapatos marrón, y a dos metros de distancia anunciaba una fragancia amaderada.

El exjugador, el extécnico, el exdirector deportivo del Real Madrid, el campeón del mundo, el escritor y el conferencista llegó a Cali para clausurar con su fino y encantador discurso la Copa Libertadores Femenina, y con la caballerosidad y decencia que lo distinguen, atendió a El País.

¿Cómo supo de la muerte de Diego?

Estaba en mi despacho, en Madrid, preparando un partido de Champions. Recibí una llamada de un periodista, me dijo que estaba dando vueltas un rumor muy fuerte que hablaba de la muerte de Diego. Me impactó mucho y diez minutos más tarde me llamó el mismo periodista para confirmarme la noticia. Apagué el teléfono y me puse a escribir un artículo. Tenía tres horas para hacerlo. Pensé que el artículo me había liberado de algún modo, pero cuando llegué al estadio, me preguntaron por Diego y bueno, me quebré, no había dejado toda la emoción en ese artículo.

¿Cómo lo recuerda?

Maradona en mí actúa en dos secuencias distintas: por un lado, un amigo, un igual, esa es la relación que tuve con Diego, ahí no existía el genio, existía la persona. Pero, es curioso, a medida que fui tomando distancia, me fui relacionando más con el genio del fútbol, y a los dos los echo de menos.

¿Diego intimidaba?

Mucha gente no creía la noticia de la muerte de Diego...

Estoy esperando que resucite, porque ya lo había hecho tres veces antes de que lo mataran del todo. Diego era muy fuerte físicamente. De hecho, ejerció de genio toda la vida viviendo en contra del fútbol, sin cuidarse, pero tenía tal energía física y mental, que dejó una huella en cemento fresco.

¿Era un peso muy grande para él ser Maradona?

No, se llevaba muy bien con el genio que era. Cuando ejerció como genio dentro de la cancha es cuando más feliz fue. Allí era valiente, generoso, humilde. La mejor versión de Diego estaba dentro de la cancha. Allí era feliz, se sentía en su hábitat, como se sienten los grandes artistas arriba de un escenario. Tenía tal dominio del espectáculo, que parecía más un cantante de rock que un futbolista, y eso no lo volví a ver en ningún otro.

Jorge Valdano conversó con El País en el lobby del hotel Marriot, en el oeste de Cali. (Foto: José Luis Guzmán / El País) | Foto: El País

¿Alguna vez le llamó usted la atención por algo indebido?

Eso hace parte de la intimidad del fútbol. Teníamos una relación muy fuerte y nos decíamos las cosas de una manera muy frontal, y tengo el dolor que en el momento de su muerte estábamos distanciados. Eso fue lo peor que le ocurrió a Diego, cortar con sus afectos y, de hecho, una persona que fue llorada por algo más que todo un país, murió sola.

Hace poco, el técnico Luis Van Gaal dijo que el Mundial de Catar fue amañado a favor de Messi. ¿Cómo analiza usted esa declaración?

Hay algo de resentimiento en esa declaración, y más en una persona de tanta experiencia como Van Gaal, a quien admiro y le tengo afecto, pero Argentina ganó con toda justicia, con mucho mérito, de la mano de otro genio que merecía la Copa, y por eso no les doy demasiado valor a esas palabras. A mí, Argentina me devolvió al hincha que había perdido de vista y estoy tan agradecido con ese sentimiento que me dio la selección, que todo lo demás me parece literatura sin importancia.

A Messi siempre lo compararon con Maradona y todo el mundo decía que le faltaba el Mundial...

Lo decía todo el mundo, menos yo. Para mí, Messi ya estaba a la altura de Maradona con o sin Mundial. Son dos genios, el último del Siglo XX y el primero del Siglo XXI; los dos marcaron a fuego su época y para mí es suficiente.

¿Cómo ve a James? ¿Está tan mal como muchos lo ven?

No ha sido un genio, pero es un talento superior. Con respecto a la vida de la gente, cada uno la vive como le da la gana, pero tengo la misma sensación que tuve con Fredy Rincón, la de pesar por no haber mostrado en el Madrid toda su capacidad futbolística, porque es un escenario tan grande, que se perdió esa oportunidad.

¿Qué colombiano le gusta hoy?

Tienen ustedes en el Liverpool a Luis Díaz, un hombre con un hambre de fútbol extraordinaria y con un talento tan importante como el de Fredy o James. Y fuera de Colombia, mi último amor es Bellingham, que tiene una inteligencia muy grande para jugar al fútbol, no hay espacio libre que no ocupe, no hay jugada que no lo tenga como protagonista, no hay balón que pierda, y tiene una personalidad muy grande para ponerse la camiseta del Real Madrid y sintiéndose cómodo desde el primer minuto.

¿Un Mundial con tantos equipos desnaturaliza el fútbol?

Es una decisión que tiene un trasfondo claramente económico. Uno le pediría a la Fifa un poquito de término medio. Pasa de organizar un Mundial en una ciudad a jugarlo en un continente, y como sigue sin estar del todo cómoda, pues el siguiente será en tres continentes. Mi columna se llama El Fútbol Infinito y parece que la Fifa quiere que esa infinitud alcance también lo económico.

¿El Madrid, hoy sin Benzema, puede pelearle al City?

Puede pelearle porque tiene esa patente del Real Madrid que le da derechos en Champions, pero hay una camiseta número 9 que no la tiene nadie adentro y ese es un déficit. Y cabe esperar un año más a ver si esa camiseta la llena Kylian Mbappé, no hay que descartarlo.

Para Jorge Valdano, el dinero que corre en el fútbol debe llegar también para el beneficio de las mujeres que practican el deporte. | Foto: El País

¿Usted se siente más Jorge Valdano siendo jugador, entrenador, escritor o conferencista?

Una buena pregunta. Si me preguntás qué me gusta más, te digo, sin duda, que ser futbolista, que fue cuando empezó todo. Hoy, lo que más me gusta es lo que más trabajo me cuesta, escribir.

Pero lo hace muy bien. ¿Cómo llegó a ello?

No hice lo que debía hacer, que es estudiar. Lo que hice fue leer mucho, de una manera desordenada. Si quiere conocer un autodidacta, míreme a mí. Tengo buen gusto para la lectura y hago todo lo posible para reflejarlo cuando escribo, aunque uno nunca alcanza la satisfacción plena. Y cuando leo, busco placer más que conocimiento, pero el conocimiento suele causar placer.

¿Cómo ve el boom del fútbol femenino en el mundo?

Lo veo como una conquista más del feminismo, como una lección hacia el fútbol masculino, porque nos cansamos de decir que era el deporte más popular que existía y nos dábamos el lujo de ignorar a la mitad de la humanidad. Y lo veo desde una satisfacción personal. He sido tan feliz jugando al fútbol, que ver ahora que las mujeres alcanzan la misma felicidad, me da mucha alegría. De todas maneras, queda mucho territorio por recorrer, y ustedes, los periodistas, le pueden hacer mucho bien a la causa, porque estas chicas son auténticas heroínas, están luchando contra la falta de medios, porque en el fútbol el dinero corre a montones, pero no les llega a ellas.