Infortunadamente, la violencia volvió a ser el foco central en el Fútbol Profesional Colombiano (FPC), en el cual durante las últimas semanas se han presentado diferentes casos en los estadios del país.
El último, y hasta ahora más grave, se presentó en la noche del jueves en el estadio Atanasio Girardot de Medellín, cuando transcurría el segundo tiempo del compromiso que Atlético Nacional le ganaba 2-0 al Junior de Barranquilla, en juego aplazado de la fecha 10.
De un momento a otro, las barras de los dos equipos se empezaron a agredir con golpes y objetos corto punzantes, lo cual desató el caos y obligó a la suspensión del encuentro.
Luego de los hechos, el presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo, habló de lo que aconteció y fue autocrítico.
“Yo creo que eso no está funcionando. Es claro que hay que hacer una autocrítica y es claro que hay que tomar medidas más drásticas desde el punto de vista de seguridad, logística y desde el punto de vista de cada uno de los actores”, indicó a Noticias Caracol.
Luego agregó que “tenemos que trabajar de la mano de las autoridades y de los clubes para evitar estos hechos bochornosos de violencia en el fútbol”.
En otras de las medidas que se tomó dentro del ente rector del fútbol nacional, indicaron que “este partido no se reanudará. Se terminó”.
Explicó que en estas situaciones los más afectados son los clubes y que “muchas veces los planes de seguridad son desbordados con hechos como este y definitivamente sí vemos que algo está fallando porque la gente está armada, la gente entra al estadio con armas blancas, que eso es inconcebible y hay que crear un mecanismo para que eso se pueda contrarrestar”.
En otros de los apartados, afirmó que reconoce “que en estas últimas semanas se han dado hechos de violencia que obviamente tenemos que atacar y que tenemos que tomar las medidas más drásticas para evitarlos. No queremos señalar con el dedo a los posibles responsables y la finalidad será trabajar por el fútbol”.