Desde el pasado jueves el fútbol colombiano recibió una alerta inesperada. Según se supo en horas de la noche, la Superintendencia de Industria y Comercio pondría en marcha una investigación a varios sectores por unas supuestas irregularidades hacia el fútbol femenino desde su consecución en 2017.
“Los agentes del mercado en cuestión habrían desarrollado un sistema tendiente a limitar la libre competencia económica en el mercado de la liga profesional de fútbol femenino en Colombia, desde el 2017 a la actualidad”, señalaba el comunicado de la SIC.
Tras esto, un día después hubo una rueda de prensa que desarrolló la entidad que investigará, en donde precisó sobre los cuatro puntos en los que se centrará la misma. 1. Cláusulas de contratos, 2. Salarios, 3. Financiación y 4. Partidos en la televisión.
El encargado de explicar y de resolver las inquietudes de la prensa fue Francisco Melo, superintendente delegado para la protección de la competencia. Junto a él, se encontraba Juliana Feria, la coordinadora del grupo de protección y promoción de la competencia.
Melo en busca de no tergiversar los objetivos de lo que se puso en marcha, precisó: “Esto no debe considerarse, de ninguna manera, como la intervención del Estado en el mercado del fútbol. Es simplemente el inicio de una investigación”.
La Dimayor como una de las entidades que estaría en la lupa se defendería de esto. Fernando Jaramillo, presidente de la misma, dio una rueda de prensa y ahora, días después, en conversación con Blu Radio fue certero en decir que no exista una supuesta “cartelización”.
En su entrevista con el mencionado medio durante este lunes, dijo: “Aquí se ha hecho un esfuerzo por el fútbol femenino desde hace varios años, desde el 2017, un esfuerzo que ha tenido sus frutos porque todo eso que hemos visto y que nos ha llenado de orgullo”.
Defendiendo por completo la gestión, sacó a la luz los resultados que se han ido generando: “Es producto del fútbol profesional femenino, es decir, todas han pasado por la liga profesional femenina; muchas de ellas juegan en la liga y todas las que jugaron en el Mundial también”.
Aunque acepta que no es una competencia en su totalidad bien estructurada, siempre ha habido buena intención para desarrollarla y potenciarla: “Hay mucho por mejorar, pero definitivamente todo se ha hecho con la intención de impulsar el fútbol femenino en Colombia”.
Precisando sobre la libre competencia y el uso de imagen de las futbolistas, donde hay un gran interrogante de si esto es equitativo tanto en hombres como en mujeres, explicó: “Eso obviamente es un tema que está en el contrato de los hombres y, desde ningún punto, es exclusivo para el tema del fútbol femenino”.
Además de esto, afirma que siempre se vela porqué sea algo donde todos los integrantes se vean beneficiados, además, de no ser una situación que solo se dé en Colombia: “De individual no, siempre tiene que ser colectivo. Eso está en muchos países, pasa igual”.
“Yo estoy claro de lo que se ha hecho, estoy seguro que tenemos cómo demostrar que esa actuación, específicamente en lo que respecta al fútbol femenino, ha sido totalmente acorde a la ley de competencia y por supuesto con un gran esfuerzo de los clubes de jugar (…)”, dijo sin temor alguno.
Comprometido a decir la verdad, acabó: “Estamos prestos a responder, tenemos certeza de lo que se ha hecho; no estamos de acuerdo con el enfoque que le ha dado la SIC de unas posibles infracciones sobre libre competencia y libre mercado”.
Cabe recordar que la investigación vincula a la Federación Colombiana de Fútbol, la Dimayor y 29 clubes de fútbol profesional para determinar si los comportamientos que estarían afectando a la liga femenina están coordinados entre las partes.