Liverpool, a menos que ocurra una catástrofe, habrá perdido prácticamente todas las esperanzas de conquistar la Premier League esta temporada. En los últimos encuentros, incluido el enfrentamiento de este miércoles contra el Everton, la fortuna no estuvo del lado de Luis Díaz y sus compañeros, impidiéndoles marcar goles cruciales.

Díaz, habitual titular y destacada figura en el ataque del equipo inglés, fue uno de los jugadores que más intentó durante los últimos partidos. En dos ocasiones, sus disparos impactaron en los postes, negándole la posibilidad de celebrar goles. Además, frente al Manchester City, desaprovechó una oportunidad clara de gol a escasos metros del arco rival.

Partido Everton vs. Liverpool. | Foto: Getty Images

Frente al Everton, Díaz estuvo a punto de marcar el gol que habría igualado el marcador, pero su remate perfecto se estrelló en el travesaño defendido por Jordan Pickford. El portero inglés también le negó otra oportunidad de gol con una atajada crucial justo antes del final del primer tiempo.

La frustración de Díaz por no poder contribuir con goles para su equipo se hizo evidente durante el partido. Una cámara de la transmisión oficial captó el momento en que el colombiano, molesto por su desempeño, lanzó una fuerte expresión de descontento.

Si analizamos el desempeño de Díaz únicamente en el partido contra el Everton, podría decirse que fue uno de sus juegos más discretos en las últimas semanas. Apenas logró una calificación por debajo de los 7.0 puntos, completó solo un regate y tocó el balón en tan solo 69 ocasiones, muy por debajo de su promedio habitual.

Luis Díaz en medio del clásico entre Everton y Liverpool. | Foto: Copyright 2024 The Associated Press. All rights reserved

Liverpool aún tiene cuatro partidos por disputar antes de finalizar la temporada. Con el Manchester City aún pendiente de jugar dos partidos adicionales, parece poco probable que haya cambios significativos en la tabla de posiciones final, lo que podría significar que el título quede en manos del equipo de Pep Guardiola por segunda temporada consecutiva.