La captura en Cali del entonces presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Juan José Bellini, en noviembre de 1995 por testaferrato y enriquecimiento ilícito; la renuncia de Luis Bedoya a ese cargo después de ser incluido en el 'Fifagate' por recibir sobornos, y la denuncia y sanción que le impuso el lunes la Superintendencia de Industria y Comercio al presidente Ramón Jesurún y a otros miembros del Comité Ejecutivo por reventa de boletas, hacen que la entidad que rige las leyes del fútbol en Colombia sea 'la oficina preferida' de muchos dirigentes que buscan su beneficio personal.

Lo sucedido con Jesurún y varios de sus compañeros de Comité, señalados de ser cómplices de la reventa de boletería para los partidos de la Selección a cambio de millonarios sobornos, es el último de una serie de actos de corrupción que se tomado el fútbol colombiano.

“Mientras haya plata de por medio siempre estará la tentación de muchos dirigentes; es que ellos con ese cuento de que el fútbol es privado, entonces creen que no los van a investigar. Mire dónde está Bedoya hoy”, le dijo a El País un exdirectivo que pidió reserva de su identidad.

El escándalo que hoy afecta la Federación generó el repudio de aficionados y periodistas, pero también el debate de si Jesurún, Álvaro González y Jorge Perdomo (hoy presidente del Huila), entre otros señalados, deben dejar sus cargos.

“No soy amigo de pedir renuncias, pero es grave lo que ha sucedido; para defenderse hay que dar un paso al costado", dijo el ministro de Deportes Ernesto Lucena en Blu.

Por su parte Acolfutpro, la agremiación de los jugadores, señaló en un comunicado que “lo que ha sucedido debe ser el detonante para iniciar una gran reestructuración en el fútbol colombiano”.

Y agregó que “solo una reestructuración de fondo sacará al fútbol colombiano de la crisis que vive sin precedentes, y regresará la credibilidad en la dirigencia”.

El exfutbolista Jhonny Ramírez, quien jugó en Millonarios y Junior, se preguntó si Jesurún, presidente de la Federación, reconocerá su culpa y se marchará de la entidad.

“Necesitamos dirigentes honestos que trabajen en pro del fútbol. ¿Cuándo podremos encontrar un equilibrio? La crisis del fútbol colombiano nos afecta a todos. El señor Jesurún que es tan honesto va a reconocer su culpa o va renunciar?”, escribió Ramírez en redes sociales.

El periodista bogotano Alejandro Pino aseguró que si el ministerio del Deporte hace su propia investigación, Jesurún tendrá que renunciar.
“En la Ley Nacional del Deporte está establecido que ningún presidente de Federación o su representante legal debe estar en una investigación; con eso a Jesurún le tocaría renunciar”, aseguró Pino.

Entre tanto Esperanza Palacio, también periodista, recordó que lo de la reventa de boletería por parte de los directivos, es un cuento viejo.
“El escándalo de hoy me recuerda que en el Mundial de Francia 1998 un colega vio a un directivo de la Federación vendiendo boletas afuera del estadio donde jugaría Colombia. Llevan años haciendo negocio. El directivo sigue ahí”, dijo Molina.

La Federación está en otro de sus peores momentos. Se espera que, como lo propone Acolfutpro, este sea el momento propicio para una reestructuración de fondo en el fútbol colombiano, para que aparezcan personas de intachable hoja de vida a manejar los destinos de una entidad que da prestigio, pero también se presta para aquellos que llegan con otra intención.

Lo que viene en el proceso
La Federación Colombiana de Fútbol, a través de su abogado, interpuso una acción de tutela contra el fallo de la Superintendencia de Industria y Comercio.

Esta acción será evaluada por la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, que se tomará varios días para determinar si la Federación tiene razón o no.

En la tutela la Federación alega que se le vulneró el debido proceso y que el juez del caso no tuvo en cuenta las recusaciones que se habían interpuesto en contra del funcionario público - Andrés Barreto (Superintendente de Industria y Comercio)- que tomó la decisión, lo que a su juicio afectó la "imparcialidad y objetividad".

Tocará esperar el resultado de la tutela. En caso de ser negativa para los intereses de los directivos de la Federación, los directivos implicados en la sanción deberán dar un paso al costado.

Si se da esto último, a la presidencia de la Federación llegaría el actual presidente de la Dimayor, Jorge Enrique Vélez, y se entraría a llenar los puestos dejados por los otros miembros de la entidad.