Por primera vez en la historia, la Selección Colombia perdió la posibilidad de clasificarse a unos Juegos Olímpicos siendo local.

El fin de semana pasado, el equipo Sub-23 que dirigió Arturo Reyes —también entrenador de la Sub-20—, fracasó estruendosamente cayendo 3-1 frente a Uruguay y quedando sin posibilidades de ir a Tokio 2020, poniendo en cuestión el nivel real de los futbolistas jóvenes en Colombia, esos que deberán ser la base para el proceso clasificatorio al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá en el 2026.

Además de la desilusión del Preolímpico, Colombia no clasificó a la pasada edición del Mundial Sub-17 y, en el Sub-20, llegó hasta cuartos de final dejando muchas dudas en los futbolístico.

“Este tema preocupa, porque se encadenan los fracasos y no asoman las soluciones. Tenemos miedo a competir, nos falta mentalidad con ambiciones y la tolerancia en los medios es sospechosa y provocadora. No hay fuerza renovadora para los mayores”, afirma el periodista Esteban Jaramillo.

Teniendo en cuenta esto, ¿Qué está ocurriendo en las divisiones menores del país? ¿Hay motivos para preocuparse de cara al futuro?
El panorama

De acuerdo con las fuentes consultadas por El País, en Colombia equipos como Deportivo Cali, Envigado, Atlético Nacional, Junior, América, Millonarios y Equidad tienen bien organizados sus procesos en divisiones menores.

El Cali, por ejemplo, invierte dos millones de dólares al año en su cantera, que cuenta con unos 170 jugadores según datos de Hernando Arias, el director de las divisiones menores verdiblancas.

Los azucareros, a través de su historia, se han caracterizado por tener una de las mejores canteras del país, cuna de talentos como Cristian Zapata, Luis Fernando Muriel, Abel Aguilar, Gustavo Cuéllar, Rafael Santos Borré, entre otros.

Está también el caso del América, que desde la llegada a la dirección deportiva del español Álvaro Rius ha tratado de recuperar el trabajo que hacía años había perdido en sus categorías juveniles.

El año pasado, según Rius, los ‘Diablos’ invirtieron unos 1800 millones de pesos en su cantera, teniendo un promedio de 140 juveniles. Hoy en día, varios hacen parte del equipo profesional.

También hay que mencionar al Envigado, donde han nacido figuras de la talla de James Rodríguez y Juan Fernando Quintero.

“Desde hace años nuestros jugadores salen con un sello propio”, dice Wilson James Rodríguez, padre del ‘10’ de la Selección Colombia y hoy en día vinculado a las divisiones menores del cuadro naranja.

Si existe todo ese talento, entonces, ¿por qué el futuro les preocupa a algunos?

Para Hernando Arias, una de las principales problemáticas que enfrentan las divisiones menores en Colombia tiene que ver con lo pronto que se deben vender los juveniles al exterior sin que se hayan consolidado en sus respectivos clubes, todo por la difícil situación económica que atraviesan los equipos.

“El mercado colombiano es de bajo costo, entonces los equipos del exterior se llevan a nuestros jóvenes para hacer apuestas. Si les sale, ganan mucho dinero, pero si no, pues no pierden tanto”, aseguró Arias.

“Aquí hay mucho talento, pero los jugadores por cuestiones económicas se van rápido porque los equipos no tienen otra forma de solventarse, porque los patrocinios no son tan fuertes y el dinero de la televisión tampoco es tanto”, argumentó.

Para Álvaro Rius, el director deportivo del América, el problema, sin embargo, es más de fondo, porque asegura que el problema no es la materia prima —el talento de los jugadores— sino “la manera como se gestiona”.

“El problema en Colombia es la falta de oportunidades de los juveniles. Solamente hay 36 equipos profesionales —20 de la A y 16 de la B— y difícilmente alguien va a querer invertir en equipos regionales, porque no están conectados con la primera división”, dijo.

“En España, por ejemplo, un equipo de Cataluña de octava división puede aspirar a llegar algún día a primera división porque todas las categorías están conectadas, mientras que aquí en Colombia los equipos de la B no tienen descenso”, explicó el director deportivo de los rojos.

Esto tiene como consecuencia que muchos juveniles terminen abandonando el sueño de ser futbolistas para dedicarse a estudiar o trabajar.

A esto, Hernando Arias agregó: “Esos torneos regionales que se juegan acá tienen muchísimos equipos y casi siempre se eliminan los mejores con los mejores, y los flojos con los flojos, por lo que a las finales no siempre llegan los que deben ser y los jugadores no terminan teniendo un buen nivel”.

Según Arias, “Deportivo Cali está buscando ayudar a sus canteranos en ese proceso de maduración enviándolos a sumar minutos algunas escuadras de la B, como por ejemplo, Orsomarso y Bogotá”.

Otro tema preocupante es, además, la poca paciencia que los hinchas —sobre todo de los equipos grandes— tienen con los jóvenes. “Eso nunca lo he entendido. Dicen que, para consolidarse, un jugador debe actuar, pero a la primera falla dicen entonces que todavía está muy joven”, indicó Rius.

Jaime Pabón, formador de futbolistas antioqueño —fue entrenador personalizado de la figura egipcia Mohamed Salah y del goleador colombiano de River Santos Borré—, estuvo vinculado hasta hace poco a las divisiones menores de Atlético Nacional, y para él, una de las fallas que se están cometiendo en los procesos es olvidar la esencia del juego colombiano.

“En este momento estamos dedicados a aplicar metodologías extranjeras y se nos está olvidando la esencia básica de saber jugar, hemos descuidado esos conceptos”, explicó.

“En cada región de Colombia hay un tipo de jugador distinto y talentoso, y si incentivamos esa esencia y le sumamos trabajo en lo psicológico, los resultados serían muy buenos”, concluyó.

El talento está y estará, lo que debe se debe revisar, entonces, son las maneras de potenciarlo.

Lo que viene

Luego del fracaso por no poder clasificar a los Juegos Olímpicos, las categorías juveniles de Colombia buscarán prepararse de la mejor manera para los retos que se vienen en el 2021.

Los desafíos serán clasificar a los Mundiales Sub-17 y Sub-20 de Perú e Indonesia, respectivamente.

El técnico de la Sub-20, al parecer, seguirá siendo Arturo Reyes, quien llegó en el 2019 a los cuartos de final en el Mundial de Polonia, donde Colombia no mostró buen fútbol.

La Sub-17 es orientada por el vallecaucano Héctor Cárdenas, quien dirigió dos veces al Deportivo Cali.