El central del FC Barcelona Gerard Piqué vivió este sábado una emocionante despedida del Camp Nou, con una vuelta de honor y unas palabras de agradecimiento y amor hacia el cuadro culé, después del triunfo (2-0) sobre el Almería en el que jugó 84 minutos, aunque también reconoció la sensación de "liberación" en su adiós.

"A veces querer es dejar marchar", dijo una vez finalizado el encuentro, dirigiéndose a 92.000 aficionados, antes de romper a llorar. El '3' azulgrana jugó su último partido en el Camp Nou, a la espera de saber si juega ante Osasuna, después de que su técnico, Xavi Hernández, dijera el viernes que cuenta con él.

Piqué anunció el jueves por sorpresa su despedida del fútbol, sin dar muchos detalles, solo que el del Almería sería su último encuentro en el Camp Nou. Xavi le colocó de titular y el partido se saldó con un triunfo plácido de los locales que les coloca líderes de LaLiga Santander a la espera de lo que haga el Real Madrid.

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Los homenajes comenzaron antes del partido, con una lona en el centro del campo con el lema 'Sempr3' y con todos los jugadores del Barça vistiendo la camiseta con 'Piqué' a la espalda. La grada también le acompañó en todo momento, con aplausos cada vez que tocaba el balón, aunque poco a poco el partido ganó protagonismo.

Piqué cuajó un buen encuentro aunque el Barça tuvo poco trabajo atrás y, en el minuto 84, el internacional español fue sustituido por Christensen. Fue otro momento de emociones fuertes para el catalán, con abrazos de todos sus compañeros, besos y lágrimas, y la tremenda ovación al cántico de "Piqué, Piqué, 'Pickenbauer'".

Con el pitido final, el capitán del Barça este sábado volvió al césped y sus compañeros tardaron poco en mantearle. Después, Piqué, con el resto del equipo detrás, dio una vuelta de honor al estadio saludando a los aficionados y tomó la palabra para entonar una breve pero emocionante despedida, empezando por los agradecimientos.

"Una relación de amor, con tanta pasión como hay entre el Barça y yo, era el momento de darnos un espacio, de darnos aire. Estoy convencido de que volveré a estar aquí. No es una despedida, en su momento me fui y volví. Nací y moriré aquí. Visca el Barça", dijo.

El central abandonó el campo con el pasillo y aplauso del cuerpo técnico y el resto de la plantilla, aunque después volvió para recibir el cariño de familiares y amigos en la grada y el césped. Después, Piqué tuvo un acto con la Junta Directiva en la zona del palco, ya cambiado y digiriendo una noche que no olvidará, con la entrega de una placa de manos del presidente, Joan Laporta.

Con el Camp Nou ya casi a oscuras, Piqué atendió a los micrófonos de Dazn. "Siempre es difícil decir adiós. Se ha ganado, un buen partido, me he encontrado bien. La gente ha estado con el equipo, con esa conexión que ha habido desde el primer día hasta el último", dijo el central, acompañado por el 'comentarista' David Villa, destacando las amistades que ha hecho en su carrera y sincero sobre unos últimos meses "difíciles", con el alivio del punto y final.

"No pensaba en la retirada. Siempre he sido muy claro conmigo mismo. Estos seis últimos meses han sido difíciles. Hoy ha sido una liberación. Me llevo este recuerdo inolvidable y la vida sigue. Tengo un abanico de mil cosas. Esta es mi casa y en algún momento volveré, era el momento de separar los caminos por un tiempo. Me he quitado un peso de encima, estos meses no han sido fáciles. Me quedo con la felicidad de haberlo dado todo", terminó.