El Barcelona (7º) salvó un empate (1-1) en su estadio ante el Granada (17º) con un gol in extremis del uruguayo Ronald Araujo (90), este lunes en el cierre de la quinta jornada de la Liga, pero el equipo azulgrana confirmó su pésimo momento, quedando a 5 puntos del líder Real Madrid.

Nada más comenzar el Barcelona tuvo que remar a contracorriente. Tras un córner, Sergio Busquets perdió el balón en el área y Sergio Escudero sirvió al segundo palo, donde apareció el portugués Domingos Duarte para adelantar al Granada (2).

El Barcelona igualó con un cabezazo del central Araujo, su mejor arma ofensiva -cinco remates de cabeza en el partido-, al aprovechar un centro de Gavi, el canterano de 17 años que había entrado en la segunda parte.

"Tuve como tres cabezazos muy claros, estoy contento por ayudar con el gol. Ellos perdieron mucho tiempo, pero creo que nosotros estuvimos enchufados a pesar de eso. Toca seguir, queda mucha Liga y hay que centrase en el Cádiz", dijo Araujo.

Con este empate el Barcelona, que hace seis días empezó la Champions con una derrota 3-0 en el Camp Nou ante el Bayern Múnich, es séptimo con 8 puntos, a 5 del Real Madrid y a 3 del Atlético (2º).

En otro partido que evidenció la falta de certezas en el equipo azulgrana, el Granada llegaba con facilidad y estuvo cerca de ampliar su ventaja inicial.

Diez minutos después del primer gol, el venezolano Darwin Machis ganó una batalla a Serginho Dest en la banda izquierda y su centro lo remató de primeras Jorge Molina por encima del larguero.

La mejor ocasión azulgrana en el primer tiempo llegó con el tiempo cumplido (45) cuando Araujo conectó un gran cabezazo pero se topó con un vuelo del portero portugués Luís Maximiano.

- Piqué, revulsivo como delantero -
En la segunda parte el técnico azulgrana Ronald Koeman dio entrada al delantero centro holandés Luuk De Jong, con el objetivo de atacar con centros laterales y aprovechar su capacidad de remate.

Pero de nuevo fue Araujo el que acertó con otro potente testarazo que se fue cerca de uno de los postes (56).

A estas alturas el Barcelona manejaba el duelo, moviendo el balón con soltura y probando al Granada, incapaz de salir pero sólido como bloque defensivo.

Memphis Depay se encontró un balón suelto en el área pero su remate de volea le salió flojo y a las manos del arquero (58).

A falta de 15 minutos Koeman dio entrada al central Gerard Piqué para que jugara de delantero e incrementara junto a De Jong la presión por alto en el área del Granada, una táctica despreciada por la exquisita afición azulgrana, acostumbrada al juego combinativo.

"Hemos cambiado nuestro estilo un poquito (...) El espacio estaba en las bandas, no por dentro", defendió Koeman tras el partido.

"Si ves la lista de convocados, ¿qué hay que hacer? ¿jugar al tiki-taka si no hay espacio? (...) Hicimos lo que teníamos que hacer", insistió.

El ariete De Jong estuvo a punto de darle la razón con un remate de cabeza desde dentro del área pequeña, pero se fue por encima del larguero, cuando parecía imposible fallar (79).

Y como no, fue Araujo el que acertó a la quinta para dar un ligero respiro a su técnico, al que en algunos medios sitúan fuera del club pronto.

"Antes del partido no puedes estar contento por un empate en casa contra el Granada, pero después, con lo que hemos luchado, con la mala suerte que hemos tenido... Pero nos vamos descontentos, tenemos que ganar estos partidos en casa. Pero con lo que hay, hemos hecho lo máximo", resumió Koeman.