En un comunicado conjunto, los tres clubes que mantienen el proyecto de Superliga europea (Barcelona, Juventus y Real Madrid) rechazaron la "coacción" ejercida por la UEFA, que el martes anunció la apertura de un expediente disciplinario contra estos equipos por no haber renunciado a ese torneo casi cerrado.

Los clubes "quieren manifestar su más absoluto rechazo por la insistente coacción que viene manteniendo UEFA hacia tres de las mayores instituciones de la historia del fútbol", denunciaron las entidades este miércoles, en un comunicado publicado a la vez en sus respectivos sitios web.

"Asimismo, resulta alarmante dicha actitud en flagrante incumplimiento de la decisión de los tribunales de justicia, que ya se han pronunciado claramente advirtiendo a la UEFA que se abstenga de realizar cualquier actuación contra los clubes fundadores de la Superliga mientras se tramita el procedimiento judicial", añade el texto.

La reacción de estos tres clubes llega menos de 24 horas después de que la UEFA anunciase un "proceso disciplinario" por "potencial violación del marco legal de la UEFA" al impulsar, junto a otros nueve clubes europeos, una Superliga europea que competiría directamente con la Liga de Campeones, el torneo estrella de la instancia europea.

Un proceso que los tres afectados califican de "incomprensible" y que "atenta directamente contra el Estado de derecho que democráticamente hemos construido los ciudadanos de la Unión Europea".

Con el anuncio en la madrugada del 19 de abril de su propia Superliga privada, los 12 promotores (los más importantes de Inglaterra, España e Italia) provocaron un terremoto en el fútbol europeo, amenazando incluso la existencia de la UEFA.

La retirada progresiva de los seis participantes ingleses (Manchester City, Manchester United, Arsenal, Chelsea, Liverpool y Tottenham) apenas 48 horas después del lanzamiento del nuevo torneo, hizo fracasar el proyecto, del que posteriormente se retiraron Atlético de Madrid, Inter de Milán y AC Milan.

Estos nueve clubes aceptaron entre todos pagar 15 millones de euros como multa y renunciar al 5% de sus ingresos de la UEFA por una temporada.

Al no haber renunciado al proyecto, Barcelona, Real Madrid y Juventus podrían ser sancionados con la "exclusión de competiciones en curso y/o de competiciones futuras", así como la prohibición de toda actividad relativa al fútbol" para sus dirigentes.