El Barcelona logró, un año más, el título honorífico de campeón de invierno de LaLiga Santander, pero lo hace empatado a puntos con el Real Madrid después de no pasar del empate (2-2) en el derbi contra el Espanyol.
Al Barcelona se le escapó la victoria en el RCDE Stadium ante el colista después de remontar el marcador y aunque acaba en cabeza la primera vuelta desperdicia la ventaja de dos puntos con la que cerró 2019 porque el Real Madrid salió airoso de su duelo provincial en Getafe (0-3). Tan solo dos tantos le otorgan el mando en la tabla.
Escuece este empate al equipo de Ernesto Valverde, el único de los participantes en la Supercopa de la próxima semana, que se jugará en Arabia Saudí, que acudirá sin haber ganado en este primer partido de 2020. Aparte del Real Madrid, el Atlético de Madrid y el Valencia, aunque con apuros, superaron con apuros a Levante (2-1) y Eibar (1-0), respectivamente.
Una primera mitad de juego monótono por parte del conjunto de Ernesto Valverde, tan solo animada al final con un remate de Leo Messi y de Luis Suárez -este al palo-, hizo soñar al cuadro en el que se estrenaba como técnico Abelardo Fernández, que además se adelantó en el marcador por medio de David López, al rematar de cabeza una falta (m.23).
El delantero charrúa no volvió a fallar tras el paso por los vestuarios. En nueve minutos dio la vuelta al marcador. Primero con un gol de '9' a pase de Jordi Alba (m.50) y luego con una precisa asistencia al chileno Arturo Vidal (m.59), que había reemplazado en el descanso al croata Ivan Rakitic.
La mejoría en el juego del Barcelona y su remontada no encontró la sentencia, aunque la tuvo Luis Suárez. Al contrario, el sufrimiento acompañó el tramo final por el derbi. Y es que a falta de un cuarto de hora se quedó en un hombre menos por la expulsión del holandés Frenkie de Jong.
Quiso creer el Espanyol. Acuciado por la necesidad, demostró que puede ser competitivo. La recompensa fue el empate, logrado por el chino Wu Lei, con un disparo cruzado, a los 88 minutos. El efecto Abelardo comenzó a notarse. Un punto para la esperanza de salvación, sensación totalmente contraria a la del Barcelona.
Este resultado otorga si cabe más valor al triunfo del Real Madrid en Getafe, que fue líder durante la tarde y acaba segundo pero otra vez empatado con el Barcelona. El cuadro blanco sacó adelante uno de esos partidos duros de verdad, complicados, ante el pujante Getafe, en el Coliseum Alfonso Pérez.
Llevaba tres empates seguidos el cuadro del francés Zinedine Zidane. Su compatriota Raphael Varane, esta vez el jefe de la zaga ante la ausencia de Sergio Ramos, fue protagonista también en ataque.
Abrió el triunfo con un autogol de David Soria al intentar evitar el remate de Varane (m.34), quien sentenció el choque en el segundo periodo (m.53) al rematar, ahora sí, de cabeza, al fondo de las mallas.
Había sufrido sobremanera el Real Madrid el empuje de los hombres de José Bordalás. El meta belga Thibaut Courtois, en una de sus mejores actuaciones como jugador blanco, sostuvo con sus intervenciones a su equipo, que selló el 0-3 definitivo en la prolongación con una cabalgada a la contra de Fede Valverde, quien sirvió al croata Luka Modric para que marcara a puerta vacía.
El Atlético de Madrid, amparado también en una intervención final estratosférica del meta esloveno Jan Oblak, salvó los puntos ante un inquietante Levante (2-1).
Los goles se cocieron en el tramo inicial de partido. El argentino Ángel Correa, al que Diego Pablo Simeone concedió la titularidad, zanjó una magnífica combinación al primer toque (m.13), reaccionó el bloque valenciano con una acción de estrategia que aprovechó Roger Martí (m.16) y respondió el brasileño Felipe al rematar un centro de su compatriota Renan Lodi (m.18).
No remató el partido el cuadro atlético y estuvo a punto de costarle muy caro. Para su fortuna tiene a Oblak, que evitó el empate del Levante y devolvió a los rojiblancos al podio, ya que supera al Sevilla, que pinchó el viernes ante el Athletic (1-1), por mejor diferencia de goles.
El Valencia sigue con su progresión también con apuros. Se deshizo del Eibar con un tanto del uruguayo Maxi Gómez (m.27) y varias paradas magníficas de su arquero Jaume Domenech, que parece haberse hecho con la titularidad.
El Eibar nunca se rindió. El conjunto de José Luis Mendilibar mostró argumentos para alejarse del peligro pero le faltó la pegada necesaria para puntuar en un campo como Mestalla.
El Valencia lleva cinco encuentros ligueros sin perder. El equipo de Albert Celades encara con esta confianza y la vuelta a las plazas europeas la semifinal de la Supercopa ante el Real Madrid.