El extremo internacional alemán André Schürrle, campeón mundial con su país en Brasil-2014, anunció este viernes su retirada a los 29 años, en lo que según dijo es una decisión "madurada durante largo tiempo".
El miércoles, el jugador y su club, el Borussia Dortmund, rompieron amistosamente el contrato que les unía por un año más.
"En el mundo de los negocios, debes siempre jugar un cierto papel para sobrevivir, con el riesgo de perder tu empleo sin encontrar otro", declaró Schürrle a la revista alemana Der Spiegel, donde hizo repaso a su carrera.
"Lo único que cuenta es el rendimiento en el campo", añade. "No hay hueco para ningún momento de fragilidad y debilidad", apuntó.
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Aunque "la gente espera en general que un jugador se retire hacia la mitad de la treintena", Schürrle señaló que para él ha llegado la hora: "Ya no necesito aplausos".
Schürrle dio el pase decisivo para Maro Götze, autor del tanto que permitió a Alemania ganar 1-0 a Argentina en la final del Mundial de 2014.
El atacante, que jugó 57 partidos con Alemania y que marcó 22 tantos para su equipo nacional, afirma que ese Mundial de 2014 es "el mejor recuerdo" de su vida.
"Fue una bocanada de oxígeno en el momento negro que viví cuando estaba en el Chelsea", recuerda el jugador, que se sintió "en el fondo del agujero" en sus dos años en Stamford Bridge, a las órdenes de José Mourinho de 2013 a 2015.
No quería jugar más al fútbol, estaba completamente acabado", revela.
Tras esa etapa, volvió a Alemania, primero al Wolfsburgo y luego se unió al Borussia Dortmund en 2016.
En el equipo amarillo nunca logró brillar, encadenando lesiones, hasta el punto de ser cedido al Fulham inglés en la 2018-2019 y luego al Spartak de Moscú en la temporada que acaba de termirar y que ha sido su última.