La leyenda del fútbol argentino Diego Maradona "está mucho mejor y con muchas ganas de irse" del hospital donde fue ingresado el lunes por un cuadro de anemia y deshidratación, dejando en alerta a los fanáticos albicelestes.

"Está mucho mejor que ayer, con muchas ganas de irse, quisiera que se quede un día más. Está anémico, un poco deshidratado, hay que corregirle esto y ver que siga mejorando", afirmó este martes a la prensa su médico Leopoldo Luque, en la puerta de la clínica Ipensa de la ciudad de La Plata, 60 km al sur de Buenos Aires.

Lea también: ¡Un tango para Edwin! Cardona se llena de elogios en su segundo ciclo con Boca Juniors

"Cuando uno ve esta situación estipula, aproximadamente tres días de internación. Esperemos que quiera quedarse hasta mañana (miércoles). Ese es mi objetivo, pero él tiene autonomía y se puede ir", afirmó ante decenas de periodistas.

Confinado desde marzo por la pandemia del coronavirus, como todos los argentinos de riesgo, el DT de Gimnasia La Plata apareció el viernes pasado en público muy desmejorado y con dificultades para caminar y hablar en su cumpleaños 60 al reanudarse el fútbol de primera división.

El campeón mundial en México-1986 acudió al estadio donde fue homenajeado por su 60 aniversario, pero tuvo que retirarse antes de la media hora de juego, sin poder quedarse a disfrutar de la goleada de su equipo sobre Patronato (3-0).

#Fuerza Diego 

Hinchas de Gimnasia y Esgrima La Plata, equipo que dirige desde el año pasado, se acercaron a la clínica a dejar mensajes de aliento y deseos de mejoría, junto a banderas identificando al 'Lobo' y con el rostro de su ídolo.

"Lo que más necesita es el apoyo de la gente", definió el médico. El hashtag Fuerza Diego se multiplicó en las redes.

Sobre Maradona, dijo que "pasó bien la noche, está bien de ánimo. Estuvimos bromeando, caminando". "Acá estamos resolviendo la parte clínica que lo hacía estar muy débil, muy cansado", sostuvo Luque.

"La idea es mejorarlo todo lo que se pueda, el tiempo que necesitamos es un poco más, él, al verse bien se quiere ir, como siempre", contó Luque.

Recuperado hace años de su adicción a las drogas duras, Maradona está medicado con tranquilizantes y ansiolíticos y consume alcohol. "Con un paciente medicado hay veces que las internaciones sirven para ajustar esa medicación. Eso está bueno", agregó el profesional.

Aclaró que tras compensarlo, el tratamiento por la anemia "es a largo plazo y será ambulatorio". Explicó que por el by-pass gástrico al que se sometió Maradona en 2005 para adelgazar 50 kilos, tiene dificultad para retener el hierro, lo que lo hace más propenso a las anemias.

"Qué no le pase nada"

Rocío Oliva, quien fue pareja de Maradona durante seis años, atribuyó al exceso de alcohol los problemas de salud del excapitán de la selección argentina, a quien no ve hace un año.

"El chequeo es para liberarlo varios días de tomar alcohol y ponerlo bien. Está deshidratado, porque no toma agua, toma mucho alcohol y nada más. También es una depresión y un conjunto de cosas. El alcohol te lleva a estar depresivo", declaró.

Rocío Oliva contó que se comunicó el lunes con Claudia Villafañe, con quien Maradona estuvo casado por 24 años antes de divorciarse en 2000. "Cuando hablé con Claudia me dijo que él dice que tiene un sueño, que es juntar a sus hijos, y que ella lo puedo ayudar".

"No se imaginan las cosas que escribo y borro porque ahora lo único importante es que el esté bien...Por el bien de todos/as chupasangre, qué no le pase nada", advirtió este martes Dalma, la primera hija que tuvieron Maradona y Villafañe. "Me parte el alma velos así", había escrito su hermana Giannina en Twitter.

Dalma y Giannina fueron por muchos años su cable a tierra y se permiten enojarse, distanciarse y amigarse con su padre, tanto como criticar a su "entorno".

Además de Dalma, Giannina, Maradona es padre de Jana, de 24 años y de Diego Junior, 34 años y de Diego Fernando (7). Según dijo su abogado Matías Morla, tendría otros tres hijos en Cuba, sin reconocer.

Entre las especulaciones en torno al estado del ídolo deportivo, se dice que más allá de la lluvia de saludos recibidos por sus 60 años, Maradona sufre la soledad impuesta por el aislamiento obligatorio por la pandemia del coronavirus y la dificultad para caminar por una operación de rodilla que lo aleja de la pelota, la que no se mancha.