Boca Juniors sostuvo el miércoles que fue "perjudicado en forma alevosa" por la anulación de dos goles en una polémica serie de octavos final ante Atlético Mineiro por la Copa Libertadores, cuyo último capítulo terminó en severos incidentes al concluir la revancha en Belo Horizonte.

El Mineiro eliminó a Boca en serie de penales (3-1) tras dos empates en cero, en la ida en Buenos Aires y la vuelta el martes en el estadio Mineirao, que derivó en un escándalo con incidentes entre jugadores, dirigentes y cuerpo técnico de Boca con guardias privados de seguridad, mientras la policía pugnaba por controlar los desmanes lanzando gases lacrimógenos en la zona de los vestuarios.

En la segunda mitad de la revancha, Boca tuvo un gol anulado a instancias del VAR, algo que ya sucedió en la ida y que enfureció al club argentino.

La delegación argentina pasó la noche frente a una comisaría de Belo Horizonte, donde siete jugadores y un dirigente debieron declarar por la trifulca además de pagar una fianza de unos 1.700 dólares, según la radio mineira Itatiaia, antes de partir hacia Buenos Aires en vuelo chárter.

Al concluir el encuentro, los jugadores 'xeneizes' intentaron invadir el vestuario del Mineiro y se produjo una gran trifulca, en la que se lanzaron vallas, una fuente metálica y todo tipo de objetos, según varios videos difundidos por la televisión.

"Hoy nuestros socios, hinchas, jugadores y cuerpo técnico han sido perjudicados de forma alevosa, interpretando de manera maliciosa e intencionada la tecnología VAR", afirma un comunicado con la firma del presidente del club 'xeneize', Jorge Ameal.

En cambio, en su cuenta de Twitter, el Mineiro aseguró que jugadores y miembros de la comisión técnica del equipo argentino "partieron en bloque en dirección al vestuario de los árbitros".

Los equipos de seguridad del estadio "intentaron, sin éxito, contenerlos. Los argentinos decidieron, entonces, invadir el vestuario del Galo, donde estaban los jugadores, comisión técnica y directiva", agregó el Mineiro.

El comunicado del club argentino destaca que "Boca sufrió en esta serie de Copa Libertadores ante Atlético Mineiro dos fallos inexplicables anulando goles lícitos que destruyeron el espíritu deportivo del torneo más prestigioso del continente".

- "Sin precedentes" -
Según Ameal, lo ocurrido en los partidos de ida, disputado en La Bombonera la semana pasada, y de vuelta, la noche del martes en Brasil, "marca un hecho sin precedentes, por ser el único caso en donde ganando los dos partidos de la serie un club queda eliminado de la competencia".

El comunicado sostiene que estas circunstancias "dejan en manifiesto el manejo tendencioso de nuestro fútbol continental", al parecer en alusión a la Conmebol.

Ameal apunta además contra la dirigencia del Atlético Mineiro, al afirmar que "fogoneó (instó) con expresiones violentas y amenazantes durante varios días hasta llegar a los lamentables hechos" posteriores al partido en el que Boca resultó eliminado por penales.

La semana pasada la Conmebol había reconocido el error arbitral al anular una acción que terminó el gol en el partido de ida, al suspender por tiempo indeterminado al árbitro central del encuentro, Andrés Rojas, y al árbitro del VAR, Derlis López, ambos colombianos.

El club brasileño responsabilizó a los jugadores de Boca de generar los incidentes al término de la revancha, y de romper y lanzar todo lo que encontraron a su paso en el túnel de vestuarios del equipo local, cuyos agentes de seguridad respondieron, generándose una gran pelea.

La Policía Militarizada de Minas Gerais intervino para poner fin a la pelea lanzando spray y gases lacrimógenos y algunos jugadores de Boca debieron salir a las gradas a respirar.

Boca estaba ilusionado en avanzar en la Libertadores para lograr su séptimo título en el torneo continental e igualar a su compatriota Independiente como líder en el palmarés general.