Eddie Salcedo, una 'joya' pulida en Italia que sueña con llegar a la Selección Colombia

En su más reciente publicación en la red social Instagram, en la que aparece dominando una pelota con el uniforme del Inter de Milán, Eddie Salcedo alcanza casi 6000 “me gusta”.

Por medio de fotos y de videos que circulan en internet —en los que se ve eludiendo rivales y marcando goles—, este chico de 17 años, de padres colombianos pero nacido en Italia, viene dando pistas de lo que ha sido hasta ahora su corta pero sorprendente historia en el fútbol de ese país, en el que debutó como profesional la temporada pasada con la camiseta del Genoa, siendo el sexto jugador más joven en jugar en la Serie A, con 15 años.

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Gracias a su buena cosecha goleadora en los partidos de las divisiones menores, más los 31 minutos que acumuló en Primera División, el Inter, uno de los equipos más grandes del mundo, lo fichó en condición de préstamo con una opción de compra valorada, según los principales medios italianos, en 15 millones de euros.

El Inter también enlistó a Pietro Pellegri, el compañero de ataque de Salcedo en las menores del Genoa, otro jugador de gran proyección.
“Eddie es un delantero neto. Un punto medio entre Asprilla (Faustino) y Muriel (Luis Fernando). Tiene velocidad, pero también buena pegada. Él y Pellegri son distintos, pero complementarios. Han formado una dupla que se podrá repetir en unos años en el Inter”, aseguró en el reconocido periodista Gianluca Di Marzio.

Según cuenta Antonio Salcedo, su padre (quien fue jugador de baloncesto en la Liga del Valle), actualmente Eddie está jugando la Champions League juvenil al tiempo que entrena con el primer equipo del conjunto ‘Neroazurro’, que está llevando el proceso del colombiano con calma “para fortalecerlo psicológicamente y que no se le suban los humos”.

Aunque el próximo 1 de noviembre Eddie recibirá la nacionalidad italiana, que le permitiría jugar con la selección de ese país, el juvenil asegura que su sueño es vestir la casaca de Colombia y disputar una Copa del Mundo.

Diálogo con una ‘semilla’ llena de talento colombiano, que ya está empezando a echar raíces.

Fueron en un equipo aficionado de la ciudad de Génova que se llamaba Police. Allí jugaba mi papá en esos tiempos y yo siempre lo acompañaba. Me quedaba jugando con los hijos de sus compañeros y entonces ahí comencé. Ahí marqué varios goles. Luego, a los dos años me fui a otro club llamado Merlino, donde estuve tres años. Y luego ya pasé a las divisiones menores del Genoa.

Fue un sueño porque yo no me esperaba llegar a entrenar con jugadores como Miguel Veloso (Portugal), Giuseppe Rossi (Italia), Goran Pandev (Macedonia), entre otros. Ellos eran los que yo más seguía. Todos los días los miraba para poder aprender más, aunque me falta todavía mucho.

Sí. A mí siempre me ha gustado el estilo colombiano. Desde que jugaba en las calles encaraba y amagaba a los defensas.

Esa fue una emoción muy grande porque fue con el Genoa, el equipo de mi corazón, sobre todo porque me formé en la cantera de ahí.

El técnico y sobre todo los compañeros me ayudaron mucho. Me decían en qué mejorar, cómo leer las jugadas... Me ayudaron en todo y siempre me hicieron sentir bien en el Genoa.

Se dio gracias al año positivo que tuve en Genoa, porque pude debutar con el primer equipo y jugué varios partidos. También con la Sub-20 me fue bien porque marqué varios goles y por eso el Inter se fijó en mí.
El paso al Inter fue algo muy lindo porque llegar a un equipo así tan grande de Italia es algo impactante. Es algo con lo que todo niño sueña.

Para mí eso es algo que me sirve para crecer y para seguirme entrenando siempre todos los días más duro para así ser mejor y demostrar mis condiciones.

Me he encontrado con jugadores como Mauro Icardi, Lautaro Martínez, Joao Mario... admiro a todos los futbolistas del equipo y espero seguir aprendiendo de todos ellos.

Mi corazón me dice que quiero jugar en la Selección Colombia, porque me siento más colombiano. Para mí sería un sueño debutar con el equipo de mayores, poder jugar un Mundial y ganarlo.