En México no salen de su asombro y el fútbol internacional sigue criticando lo sucedido en un partido de la Liga MX.
Sucedió el sábado en el estadio Azteca, en el compromiso entre América y León.
El árbitro del encuentro, Fernando Hernández, tuvo una reacción inesperada que dio pie para un escándalo que ya pasó las fronteras.
El central amonestó al defensa colombiano Stiven Barreiro, jugador del León, y varios de sus compañeros fueron a protestarle al árbitro, respondiendo el colegiado con un rodillazo al argentino Lucas Romero, quien de inmediato cayó al piso.
La acción ha sido duramente criticada por los estamentos del fútbol y ya la Federación Mexicana anunció una investigación contra Hernández, a quien seguramente le espera una dura sanción.