En el minuto 72 se presentó un hecho insólito durante el partido clásico de Francia entre el Olympique de Marsella y el PSG.

Lionel Messi protagonizaba un claro y peligroso contra-ataque en momentos en que el partido estaba 0-0 y se jugaba en campo del onceno de Marsella.

En ese instante saltó a la cancha un aficionado y al verlo Messi tuvo que parar la jugada, frustrando así un ataque prometedor del PSG.

El jugador argentino tomó las cosas con calma, mientras los demás protagonistas del duelo le pidieron al aficionado que abandonara el terreno de juego.