El Valle del Cauca siempre se ha caracterizado por ser un departamento donde nacen grandes talentos para el fútbol. Aunque el protagonista de esta historia no nació en estas latitudes donde brotan jugadores de calidad, su descendencia está relacionada directamente con Zarzal, denominada la ‘Tierra dulce’ de Colombia.

Jan Carlos Hurtado Anchico es un joven venezolano de 20 años considerado una de las promesas del fútbol suramericano. A su corta edad fue subcampeón del mundo juvenil y hoy es una de las ‘joyas’ del Boca Juniors de Argentina.

Heredó el talento y la pasión por el fútbol gracias a su padre, Nelson, quien fuera jugador profesional en ligas como la peruana y venezolana.
“Nosotros nos criamos en Zarzal junto con mi esposa. Vivimos un tiempo en Cali y luego el fútbol nos llevó a Venezuela, allí nació Jan, al igual que su hermana”, comentó Nelson, quien jugó para escuadras como Unión Minas, en Perú, y Llaneros y Zulia FC, en el vecino país.

Recuerda que en su paso por la capital del Valle vivieron en Torres de Comfandi, un reconocido sector del norte de Cali, en una época donde las necesidades estaban a la orden del día.

Luego del retiro de la actividad profesional, don Nelson decidió dedicarse a la formación de Jan y encaminarlo para que se convirtiera en un gran futbolista.

“Jan Carlos nunca jugó fútbol en Colombia. Desde muy niño siempre lo hizo en Venezuela. Cuando íbamos de vacaciones en cada diciembre a Zarzal, él aprovechaba para entrenar con una escuelita de allí y estar siempre en forma”, acotó el padre del futbolista xeneize.

Y es que Zarzal ha sido un lugar fundamental para la carrera futbolística de Jan.

Hace un par de temporadas y previo a vincularse al fútbol argentino con Gimnasia y Esgrima de La Plata, el delantero estuvo varios meses entrenándose de manera individual en el municipio vallecaucano a la espera de una oportunidad en el balompié internacional.

“Esa fue la ocasión para que la gente de Zarzal reconociera a Jan. En este tiempo que estuvimos con nuestra familia, él tuvo la oportunidad de ejercitarse en natación, baloncesto y hasta boxeo. La idea era mantenerlo ocupado porque un joven de 17 años que figuraba como una de las 50 promesas del mundo, no queríamos que se nos fuera a perder”, indicó.

El mismo Jan menciona que cada fin de año, cuando venían a visitar a su familia en el barrio Bolívar de Zarzal, le gustaba jugar al fútbol con sus primos y los amigos de su padre.

Deportivo Cali, una pasión común
El fervor que corre por las venas de Nelson por el Deportivo Cali, el equipo de sus amores, es otro factor común que lo une a su hijo.
Ambos son hinchas en nuestro país del equipo azucarero y eso es algo innegociable para los Hurtado.

“Había que volverlo hincha del Cali como su papá... (risas)”, afirmó de manera tajante Nelson, quien además confirmó que “uno de los deseos de él es poder asistir algún día al estadio del Cali y ver un partido de forma directa del equipo”.

En ese mismo sentido, Jan no oculta su sentimiento como hincha por el cuadro azucarero.

“Recuerdo mucho al equipo del año 2015 que salió campeón. Ese equipo, que dirigía el ‘Pecoso’ Castro, tenía grandes jugadores como Rafael Santos Borré, Hárold Preciado y Frank Fabra, quien ahora es mi compañero en Boca Juniors”, apuntó Jan.

En su paso por los equipos donde ha militado ha tenido la fortuna de compartir con futbolistas colombianos.

En Deportivo Táchira de su país, jugó al lado del delantero Sergio Herrera y contó con la compañía del exportero Diego Gómez, quien fuera el preparador de arqueros de esa institución.

Ahora en Boca comparte vestuario con otros talentos cafeteros como el propio Fabra, al igual de Jorman Campuzano y Sebastián Villa, con quienes mantiene una excelente relación de amistad.

Cali, una ciudad que gusta
Aunque para Jan el estar en Zarzal lo hace sentir feliz por estrechar sus lazos familiares, la capital del Valle es una ciudad que le brinda buenas sensaciones.

En la ‘Sucursal del Cielo’ tuvo la posibilidad de estar concentrado varios días con la selección venezolana, que por esa época era comandada por Rafael Dudamel.

La Casona de Pance, el sitio de entreno del Deportivo Cali, fue el fortín de ese combinado que unos meses más tarde sorprendió al mundo del fútbol al ubicarse segundo en la Copa Mundial Sub-20 de Corea del Sur en 2017, donde compartió con jugadores como Wuilker Fariñez y Joel Graterol, arqueros que conocen el balompié colombiano.

El gusto por la salsa lo aprendió de su padre y familia vallecaucana. “Me gusta la salsa, aunque debo aprender a bailar, es algo que he aprendido de mi padre”.

Colombia y Venezuela, un dilema que divide el corazón
A pesar de sus raíces colombianas, Jan y su familia nunca consideraron la chance de vestir la camiseta de la selección colombiana.

Desde los 11 años ha hecho parte de procesos juveniles de la ‘Vinotinto’, pasando por todas sus categorías hasta llegar a la selección absoluta, en la que debutó en marzo del año pasado.

“Es que la verdad nunca se dio algún tipo de acercamiento con Colombia porque siempre jugó con Venezuela”, comentó su padre mientras que Jan fue claro en afirmar que “uno es feliz jugando para el país donde uno nace”.

Su sueño es emigrar a Europa y jugar en el Real Madrid, equipo que le roba el aliento.

De Colombia dice admirar a Duván Zapata y considera finalmente que Venezuela puede ser noticia clasificando al Mundial de Catar 2022, lo que sería un logro histórico para su país.

Datos
Jan Hurtado debutó como profesional en el año 2016 con Deportivo Táchira en Venezuela.

En agosto de 2018 se vinculó a Gimnasia y Esgrima de La Plata.

En julio del año pasado firmó con Boca Juniors y espera consolidarse en el cuadro xeneize.