La Liga de Campeones es la competición de la competiciones y para mantener su estatus necesita un guión (y protagonistas) a su altura. Con historias capaces de canalizar las mismas sensaciones y sentimientos que se despiertan en aficionados de todo el mundo. Lucas Moura es el último antihéroe emergido desde la posición de secundario que terminó grabando su nombre en la historia de la competición más prestigiosa que existe.
Y lo hizo a costa de rajar los sueños de un equipo forjado para convertirse en leyenda, como es el Ajax de Ten Hag, De Jong, De Ligt, Tadic y Ziyech.
La eliminación del Barcelona de Messi tras la remontada del Liverpool parecía insuperable, por su fondo y su forma, pero la Copa de Europa siempre tiene un último giro preparado, tan enrevesado como inimaginable.
Desde las calles de Sao Paulo, Moura esperó su momento para saltar a la primera escena del fútbol. Sin prisa, convencido de sus condiciones, a pesar de que Laurent Blanc, uno de sus entrenadores en el PSG, ya le advirtió: "Necesita hacer mucho más. Tiene tiempo, pero el tiempo apremia". Haciendo de la paciencia una virtud, hoy Lucas Moura sale de Johan Cruijff Arena de Ámsterdam como el primer brasileño que anotar un 'hat-trick' en las semifinales de la Champions.
El tiempo se cumplió. Los cinco minutos añadidos por Felix Brych agotaron su límite y Moura apareció para certificar la remontada, con su tercer gol en el partido (los tres con la zurda, siendo diestro), para hacer del Tottenham el primer equipo que remonta dos goles en unas semifinales para terminar alcanzando la final desde el Manchester en 1999.
Pero su historia comienza mucho antes. Lucas Moura creció rodeado de violencia en las calles de Sao Paulo. Problemas de pandillas, armas, drogas y criminales eran su día a día, relataba él mismo. "Algunos de mis amigos de aquel entonces están en prisión y otros muertos", confesaba en una entrevista al Standard.
"No fui por el camino porque siempre creí en mi sueño, jugaba en la calle para darle otra vida a mi familia -que ahora vive en una zona mucho más segura, a pesar de que la situación en Brasil sigue siendo muy peligrosa-", recordó.
Con trabajo, esfuerzo y dedicación llegó al Sao Paulo, al que el PSG desembolsó 45 millones para hacerse con sus servicios. Un joven brasileño rápido y potente que hacía saltar las alarmas de los 'grandes' de Europa. Con un estilo "que se compara al de Messi, porque los dos cogemos el balón y rápidamente atacamos, recibimos golpes, pero nos mantenemos en pie", el brasileño siempre se declaró "ídolo" de Zidane: "Me encantaba verle, aunque fuese un perfil diferente", relataba en una entrevista en France Football
Leonardo, entonces director deportivo del club parisino, fue clave en su contratación, como ya ocurriera con Kaka en 2003. "Quería jugar en el máximo nivel europeo y el PSG me ofreció una oportunidad preciosa que no pude rechazar", declaraba en un equipo en el que la constante entrada de estrellas con salarios millonarios fue cerrándole las puertas.
"Sé que tengo que ser más eficiente. Siempre pienso primero en el equipo y luego en mí mismo. Trabajo tanto en defensa que a veces no tengo tiempo de entrar en el área y anotar", relataba Moura, un obseso del tenis de mesa y un apasionado de su familia que encuentra en el fútbol y en la religión sus mayores refugios.
"Nunca he tenido problemas con las críticas y los elogios, sé manejarlos. No me dejo llevar por los cumplidos y no me sacuden las críticas porque Dios me da una seguridad y un consuelo que me permiten ser feliz", dijo en una entrevista antes de fichar por el Tottenham por 28,4 millones de euros.
"De ser el último elegido en el colegio para formar en los equipos de fútbol, ante la mirada de desconfianza de mis compañeros, que nunca creyeron en mí porque el más pequeño además de delgado y débil" Lucas Moura ha pasado a ser la mejor baza de Mauricio Pochettino para ganar la Copa de Europa con el Tottenham.
"Juega en Europa diez años, haz historia aquí, gana títulos, triunfa con la Selección y luego vuelve a Brasil, juega una vez más con Sao Paulo y retírate", es el mantra que se autoimpuso Lucas cuando aterrizó en París. Era enero de 2013, ya lleva seis años en Europa y ahora está a 90 minutos de ser campeón continental. Lucas Moura, una historia digna de Champions League.