Privar a los aficionados procedentes de Italia y de España de asistir a la semifinal de la Eurocopa es "muy injusto", lamentó el seleccionador italiano, Roberto Mancini, este lunes, víspera del partido jugado bajo alta vigilancia sanitaria.
"Es muy injusto, para ser absolutamente sincero. Nosotros preferimos jugar delante del público antes que delante de un pequeño número de personas, es la esencia del fútbol y del deporte, pero es muy injusto que no tengamos la mitad del estadio llena de aficionados italianos y la otra mitad de españoles", afirmó el técnico de 56 años en una videoconferencia de prensa desde el mítico estadio de Wembley, recinto que albergará las dos semifinales y la final.
Sin embargo, Wembley contará con 60.000 espectadores el martes para el Italia-España del martes, y otros tantos el miércoles para el Inglaterra-Dinamarca, ambas semifinales a las 2:00 p.m.
Pero será casi imposible asistir para cualquier aficionado que viva en Italia, España o Dinamarca, a pesar de que los cuatro semifinalistas cuentan con una cuota de localidades asignadas.
En efecto, las restricciones en vigor en Inglaterra ante el covid-19 imponen una cuarentena de cinco a diez días a la llegada, lo que habría obligado a cada aficionado a acudir a Londres cinco días antes del partido, como mínimo.
Las federaciones española e italiana recordaron estas reglas los últimos días, exhortando a sus ciudadanos que habiten en Reino Unido y en Irlanda, no sometidos a esas restricciones, a acudir al estadio.
Según la Federación Italiana, unas 6.400 entradas fueron puestas a la venta para los aficionados italianos que residen en la región.
A través de una campaña con el lema 'We need you' (Te necesitamos), la Federación Española de Fútbol, por su parte, también trató de movilizar a sus aficionados.