El seleccionador argentino de fútbol, Jorge Sampaoli, se declaró "totalmente arrepentido" del escándalo que protagonizó con insultos a un policía de control de tráfico la madrugada del 24 de diciembre el pasado domingo en su natal Casilda, cuando volvía de celebrar la boda de su hija.

"Boludo (idiota), cobrás 100 pesos (5,47 doláres) al mes", dijo Sampaoli, según un vídeo que se ha hecho viral desde entonces, a un agente que hizo parar el automóvil en cuyo asiento trasero viajaba el entrenador junto con otras personas.

"Bajo ningún punto de vista yo entiendo que una persona es lo que gana", aclaró hoy Sampaoli en un comunicado divulgado por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

Además de increpar al policía, Sampaoli se negó a bajar del vehículo.

"Quiero pedir especiales disculpas al oficial al que agredí verbalmente", indicó el seleccionador en el comunicado, en el que además explicó que "el enojo, en una discusión en la que no tenía razón" le hizo decir "palabras que no representan en absoluto" sus convicciones.

Añadió que "los controles de vialidad en Argentina son muy importantes" y "el respeto a ellos salva vidas".

El entrenador concluyó que su reacción no tiene nada que ver con sus "valores y creencias" y extendió su petición de disculpas "por este mal ejemplo" a "toda la sociedad".

El caso provocó repudio de buena parte de la opinión pública argentina e, incluso, varios periodistas y referentes del mundo de la cultura llegaron a pedir su renuncia.

El senador oficialista Esteban Bullrich señaló que "no fue un buen ejemplo" esta "agresión a nuestras fuerzas de seguridad".

"Cuando somos representantes nuestra responsabilidad es grande (...), la idea de que uno está por encima de la ley no es lo que la Argentina necesita", afirmó en declaraciones a radio La Red.