Un nuevo capítulo apareció en la larga novela de la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors.
El equipo millonario, que para el duelo decisivo debía oficiar como local, expidió un duro comunicado en el que dice no estar de acuerdo con jugar el partido en Madrid y con hinchadas de ambos equipos, "porque se atenta contra la igualdad de condiciones".
Señaló River en una carta enviada a la Conmebol que jugar en la capital española “desnaturaliza la competencia, perjudica a quienes adquirieron su ticket y afecta la igualdad de condiciones a partir de la pérdida de la condición de local”.
Manifestó el onceno de la banda roja que el ataque que se produjo contra el bus de Boca, el pasado 24 de noviembre, día del partido, "ocurrió fuera del anillo perimetral dispuesto para el evento, por lo que la responsabilidad recae sobre los funcionarios políticos a cargo del operativo".
Asimismo River manifestó su inconformismo de llevar el encuentro a Madrid. "A 55 mil aficionados que habían adquirido su boleto de ingreso para el partido en el Monumental, ahora se les niega -injustificadamente- la posibilidad de presenciar el espectáculo, en virtud de la evidente diferencia de costos y la distancia propia de la sede elegida".
Por último el cuadro argentino en su carta señala que "Es incomprensible que el clásico más importante del fútbol argentino no pueda desarrollarse con normalidad en el mismo país que en los días que corren se desarrolla un G20. El fútbol argentino en su conjunto y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) no pueden ni deben permitirse que un puñado de violentos impidan el desarrollo del Superclásico en nuestro país".