Un solitario tanto del argentino Lionel Messi en el segundo tiempo dio al Barcelona los tres puntos que le faltaban para proclamarse campeón de LaLiga Santander, el vigésimo sexto título en su palmarés, en un partido loco en el que el Levante (1-0), necesitado de puntos, compitió hasta el final.
El jugador rosarino, que empezó el partido desde el banquillo, lideró el triunfo que le faltaba al Barcelona para celebrar el título ante su afición, que acabó pidiendo la hora ante la insistencia de un rival que nunca se rindió.
Sin Messi, de nuevo suplente con las semifinales de la Liga de Campeones en la vuelta de la esquina, el Barcelona empezó con la intención de resolver la Liga en el primer tiempo.
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Los compañeros del argentino no se reservaron. Mandaron con el balón y maniataron al Levante en la presión. Se multiplicaron las ocasiones y si el Levante no acabo el primer tiempo por detrás, fue gracias a Aitor Fernández.
Ante el vendaval azulgrana, el guardameta vasco fue un salvavidas para sus compañeros. Ya en el minuto 2 salvó con los pies el primero de Luis Suárez antes de que Philippe Coutinho se reivindicara con una brillante actuación que solo le faltó rematar con el premio del gol.
El brasileño no se escondió y presentó su candidatura para ser titular ante el Liverpool. Desequilibró con su delicada técnica y buscó el gol con ansia. Si no llegó fue por la soberbia actuación de Aitor.
Lo probó el exjugador del Liverpool de todas las maneras posibles. Con un disparo lejano y raso, una llegada al área a pase de Arthur Melo y un remate flojo con la testa. En todos ellos se topó con el arquero rival. Y si Aitor no atajaba, el travesaño escupía una potente falta directa a cinco minutos del descanso.
Suárez también sufrió al guardameta visitante, que sacó la manopla derecha tras un disparo con el exterior del uruguayo, el jugador más activo del Barcelona junto a Coutinho.
En el monólogo azulgrana, el Levante, desbordado en defensa, esperaba su ocasión al contraataque, pero tanto Piqué como Lenglet, en la línea de toda la temporada, frenaron las tímidas llegadas de su rival.
Coutinho fue protagonista en el primer tiempo y Valverde lo cambió tras el descanso. Buenas noticias para el brasileño que apunta a jugar de inicio el miércoles contra su exequipo.
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En su lugar, entró Messi, tan activo como Coutinho en el primer tiempo. Pese al planteamiento defensivo del Levante, el argentino nadaba como pez en el agua en la mediapunta.
Pero el Levante sobrevivía. Buscó en el segundo tiempo más velocidad y gol Paco López con la entrada de Morales, pero las ocasiones no llegaban y el Barcelona avisaba con una magnífica rosca que rozó el palo izquierdo de la portería de Aitor.
Se impacientaban los locales, especialmente Dembélé, impreciso en ataque. Y el único gol azulgrana llegó también a trompicones. El extremo francés inició la jugada, perdió el balón que lo recuperó Vidal con la testa. El balón le llegó a Messi que, desde dentro del área, fusiló con la zurda a Aitor (1-0, min.61).
Se oyeron los primeros gritos de '¡Campeones!', pero el Levante no había dicho la última palabra, que buscó, sin miedo, aplazar el 'alirón' azulgrana.
Un minuto después del tanto de Messi, Borja Mayoral tuvo el empate, pero en el mano a mano Ter Stegen agrandó su figura y rechazó con el pecho.
Picó el córner Rochina, que intentó el tanto con un lanzamiento olímpico. El portero alemán, de nuevo providencial despejó evitando el empate.
El Levante enloqueció el partido. Sus jugadores avanzaron líneas, dificultando la salida del balón de los defensas del Barcelona. En éstas, Morales desaprovechó otro uno contra uno contra que acabó a la nubes.
Con su rival desbocado, el Barcelona buscaba la sentencia a la contra. Arturo Vidal la tuvo en dos llegadas, Messi también lo probó, pero su equipo no controlaba el partido.
El Camp Nou acabó pidiendo la hora. El Levante encerró al Barcelona y a punto estuvo de llegar el empate. En el último minuto Bardhi envió un balón al palo en un remato franco desde el interior del área. No obstante, la insistencia del Levante, que sigue luchando por evitar el descenso, no tuvo premio.
En un partido loco, el Barcelona puso el lazo a la octava liga de los últimos once años, una hegemonía que ha coincidido con la eclosión de Lionel Messi, líder también con Valverde en el banquillo.
Con el título amarrado y finalista en la Copa del Rey, el equipo azulgrana ya puede centrarse en las semifinales de la Liga de Campeones contra el Liverpool. El miércoles, en el Camp Nou, primera parada para seguir soñando con el triplete. El primero de los tres grandes títulos de la temporada ya luce en el palmarés de la generación más exitosa del club.