El ministro de Seguridad de Buenos Aires, Martín Ocampo, presentó hoy su renuncia al cargo tras los incidentes violentos del pasado sábado en la antesala de la final de la Copa Libertadores, que dejaron varios jugadores de Boca Juniors heridos y una treintena de detenidos por los disturbios.

Si bien se espera una inminente comparecencia de prensa del alcalde de la ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, para anunciar lo anterior, medios locales ya adelantaron que Ocampo dimitió por el fracaso del operativo de seguridad que se montó en torno al estadio Monumental de River Plate y que el vicealcalde, Diego Santilli, asumirá sus funciones.

Los disturbios hicieron que la segunda final de la Copa Libertadores entre los dos equipos más populares de Argentina fuera aplazada sin fecha por las heridas que sufrieron algunos jugadores de Boca Juniors después de que hinchas de River lanzaran piedras al autobús en el que llegaban al estadio Monumental.

Tras lo ocurrido, se levantó una polémica respecto a si la responsabilidad de la falta de seguridad fue del Gobierno de la Ciudad o del nacional, ya que ambos aportaron agentes policiales de su competencia.

Tanto el Gobierno local como el nacional están convencidos de que el ataque de los hinchas del Millonario al autobús que trasladaba a los jugadores del Xeneize fue organizado por los barras bravas (ultras violentos).

No obstante, esta tarde efectivos policiales registraron el estadio Monumental para buscar posible información en torno a la reventa ilegal de entradas, después de que el viernes, un día antes del partido, se registrara la casa de Héctor 'Caverna' Godoy, uno de los líderes de la barra brava de River Plate, donde se encontraron 7 millones de pesos (unos 180.000 dólares) y 300 entradas para el encuentro.